
Steve Witkoffenviado específico de Donald Trump para Medio Oriente y el canciller iraní Abbas Araghchi estarán en la embajada de Omán en Italia para iniciar la segunda ronda de negociaciones sobre la capacidad nuclear del régimen chiíta que lidera Alí Khamenei en Irán.
Desde la primera vez que se encontraron en Mascate, haber de Ománhace una semana, la situación se ha vuelto más compleja para los negociadores.
Trump tiene a sus principales consejeros divididos respecto a la táctica para tratar el caso iraní e Israel ya planteó sus reparos de seguridad doméstico, mientras que Teherán adelantó que no destruirá su tesina nuclear y solicitó a Rusia su respaldo diplomático.
Este grupo de presiones internacionales antiguamente de comenzar la segundo ronda en Roma, se exhibió con la encuentro del canciller iraní a Moscú, donde se encontró con Vladimir Putin.
El presidente ruso considera un unido regional a Irán, y se comprometió a mediar con Washington si es necesario para proteger la principal iniciativa geopolítica de los Ayatolás.
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“Conversaciones fructíferas en Rusia, a donde viajé para entregar una carta del Líder Supremo de Irán al presidente Putin. En esta coyuntura crítica, Irán y Rusia son socios estratégicos y seguirán siéndolo en la búsqueda de intereses compartidos y por el aceptablemente de las dos naciones y del mundo”, posteó Araghchi en su cuenta oficial de X.
Así como Araghchi se movió a Moscú para sumar a Rusia en sus negociaciones con Estados Unidos, Benjamin Netanyahu envió a Ron Dermer, ministro de Asuntos Estratégicos de Israel a París para una reunión fuera de dietario con Witkoff.
“El primer ministro Pequeño Netanyahu y yo nos comprometemos a liderar una recta clara que impida que Irán obtenga armas nucleares. No permitiremos amenazas de aniquilación contra el Estado de Israel”, afirmó Israel Katz, ministro de Defensa israelí.
Las posiciones de Estados Unidos e Irán son absolutamente contradictorias.
Triunfo pretende derogar todo el tesina nuclear de los ayatollahs, en tanto que Araghchi representando a Khamenei ya ha señalado que las conversaciones con Washington no pueden implicar la supresión definitiva de la capacidad atómica de Teherán.
“Si demuestran seriedad de intenciones y no hacen exigencias irrealistas, es posible demorar a acuerdos”, sostuvo el canciller iraní tras su diálogo con Putin.
“Irán, no pueden tener un pertrechos nuclear. Y si lo tienen, todos estarán muy descontentos. Estarán muy descontentos porque sus vidas estarán en agonizante peligro”, advirtió Trump.
Irán propone un acuerdo de tres fases que vincula la posibilidad de aminorar la velocidad de enriquecer su cósmico a cambio del sublevación de las sanciones financieras y de la prohibición de exportar petróleo que impuso Estados Unidos.
Adicionalmente, Teherán se comprometería a autorizar inspecciones técnicas lideradas por las Naciones Unidas y, al final del proceso diplomático, entregar el cósmico enriquecido a un tercer país, si el Capitolio aprueba el acuerdo sinalagmático que se debate en Roma.
Esta hoja de ruta fue revisada durante una reunión que tuvo como protagonistas a Trump, JD Vance, vicepresidente de los Estados Unidos; Entorno Rubio, secretario de Estado.
La reunión sucedió en la Sala de Situación de la Casa Blanca y todos sus protagonistas coincidieron en señalar que Irán no es confiable.
Vance y Witkoff sostuvieron que se deben agotar todas las instancias diplomáticas antiguamente de advenir a la grado bélica, mientras que Rubio y Waltz consideran que las negociaciones en formato tradicional no alcanzarán para cortar la dinámica fundamentalista de Teherán.
En este difícil ambiente mundial, Trump ya fijó las reglas de grupo al régimen chiíta. Si las negociaciones se dilatan, el presidente de Estados Unidos amenazó con una ataque marcial para destruir el tesina nuclear de Irán.
Por: Alanny Carnación