
La Trabazón Monetaria interpretó los tiempos, otra vez.
El monitoreo del comportamiento de la heredad dominicana le permitió conocer y tomar conciencia de la pérdida de dinamismo que, aunque leve y sin salvajismo marítima, era registrado una y otra vez en los índices periódicos.
La Trabazón Monetaria, entonces, hizo muy correctamente su trabajo. Tomó medidas para contrarrestar los signos negativos que podían percibirse, varios de los cuales eran presentados casi a diario en los medios de comunicación que se hacían eco de las exhortaciones y peticiones de sectores productivos.
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¿Qué hizo la Trabazón Monetaria?
Diseñó un software de provisión de solvencia por un monto de RD$81 mil millones para ponerlos en el torrente monetario para “contribuir al dinamismo de la actividad económica”. Un empujón necesario que llega en un momento oportuno.
Toca ahora al sistema financiero canalizar correctamente estos fondos, acogerse a los niveles de tasas de interés virtualmente recomendados por la Trabazón Monetaria, y a la Trabazón Monetaria y entidades similares del sistema atender que los propósitos del software de provisión de solvencia se cumplan.
Un buen Gobierno es aquel que se adelanta a los acontecimientos, uno que no adquisición capas ni sombrillas cuando está lloviendo. La previsión oportuna, el adelantarse a los acontecimientos que pudieran ser perjudiciales son señales emitidas por los funcionarios y gobernantes que “están en la cosa”.
Esperamos, pues, que el comercio, la construcción, la manufactura, las exportaciones, la agropecuaria y las pequeñas y medianas empresas retomen el necesario vigor que nos lleva al progreso.
EL TRANSPORTE
“El Gobierno dominicano, a través del Ministerio de Transporte, presentó hoy la nueva organización integral de papeleo del tránsito para el Gran Santo Domingo…”
Así fue el anuncio, en un acto proporcionado concurrido, con un protocolo muy medido y sin el infaltable dispositivo digital que aportaba el garbo.
Las metas son ambiciosas y loables: “El objetivo central de esta nueva etapa es resumir los niveles de congestión, mejorar los tiempos de desplazamiento, acrecentar la seguridad viario y optimizar el uso del espacio conocido, a través de una combinación de medidas operativas, normativas, tecnológicas y de planificación urbana.”
Deseamos que estos nuevos planes se cumplan.
Los necesitamos con emergencia.