EL AUTOR es periodista y abogado. Reside en Santo Domingo.

Algunos amigos simpatizantes del Partido Revolucionario Original (PRM) y del presidente Luis Abinader temen que en las próximas elecciones pierdan la presidencia, no sólo de la República, sino la mayoría que alcanzaron tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, lo mismo que las alcaldías y los distritos municipales.

Creen que el PRM no seguirá siendo gobierno más allá del 2028, porque está jugando en la rifa los cien números para perder, regalado los errores constantes que está cometiendo desde el Estado.

Una buena parte de la examen están convencidos de que el PRM no tendrá opción en las elecciones del 28.

¡De que se van, se van; no los salva nadie! Me dijo enfáticamente un dirigente de la Fuerza del Pueblo que envite al triunfo de ese partido, probablemente partidario al disminuido Partido de la Escape Dominicana. Afirma que para el 28 se producirá una” gran alianza” de partidos opositores -con los que el PRM y el presidente Abinader- no ha cumplido con su promesa electoral de colocarlos en puestos importantes del Estado.

Los pronósticos de algunos observadores, “analistas independientes”, politólogos a la carrera, periodistas enjundiosos, y hasta dirigentes del propio PRM están asustados frente a su eventual salida del poder.

Sin confiscación, la examen política sigue siendo   muy frágil, no está cohesionada; no tiene un candidato que meta miedo. Leonel Fernández, visible director de la examen, sigue teniendo una casa de rechazo muy suscripción. Paga las consecuencias de su desastroso paso por el Estado. No creo que vuelva al poder por mucho que lo intente. Demasiadas cosas atentan contra sus aspiraciones. Su hijo Omar no prende. Cae adecuadamente, pero eso carencia más.  No tiene raigambre, serafín ni carisma. Un buen muchacho, pero carencia más. No prende. Pasó 4 abriles en la cámara de diputados, ni fu, ni fa. Va por el mismo camino en el Senado. En el PLD su líder Danilo Medina no puede ser candidato. Lucha para que otros, que no sea de su placer, lo sea. El PLD para Danilo no es más que su arsenal de reglamento, su bunker para acogerse de las acusaciones de corrupción que pesan sobre sus hermanos. Habrá que esperar que ocurre con Francisco Javier García y los demás que aspiran.

Es en medio de ese drama, de esa situación patética, que considero que la examen no va para ningún flanco.

En cambio, yo, que no soy más que un embadurnador de cuartillas desde hace más de 40 abriles, no creo que sea tan sencillo como quitarle un “un pan de agua chiquito”, que nadie quiere a un chico hambriento.

El poder que da el poder, en un país como el nuestro, nunca puede ser subestimado ni ignorado. La historia lo dice, por ejemplo, Partido Reformista (Joaquín Balaguer), Partido de la Escape Dominicana (Leonel Fernández-Danilo Medina), entre otros. El PRM no será la excepción, probablemente. El clientelismo y el patrimonialismo, querámoslo o no, siguen jugando un papel importante.

Al final de la recorrido, cuando se acerque la campaña, veremos que el gobierno de Abinader no fue un mal gobierno. Al contrario, serán más sus luces, que sus sombras, que los errores fueron menores que los aciertos, que, puesto en una báscula, lo bueno pesará mucho más que lo malo.

Aun es muy temprano para hacer vaticinios definitivos. El gobierno al punto que cumplirá un año. Le queda mucho por hacer. ¡Y lo hará! Abinader es, más que un hombre de palabras (aunque la Tayota ha cogido mucho estilo), es un hombre de acto que trabaja incansablemente más de 12 horas al día, de lunes a lunes, en protección del pueblo dominicano. Como dice la canción de Víctor Víctor (Vitico), no le promete al pueblo carencia que no le pudiera dar.

En una democracia donde se realizan elecciones libres y trasparentes bajo la dirección de un organismo rector auténtico como la Juna Central Electoral (JCE), se apetencia o se pierde. A nadie le gusta perder. (“Fue un mecanismo y yo perdí, esa es mi suerte”, dice un arcaico cuentista que popularizaron María Luisa Landín y Situación Antonio Muñiz.

Ahora adecuadamente, como el presidente Abinader no puede repostularse porque la Constitución se lo impide, y ha prometido, una y otra vez, que no lo intentará, que será un número, pero internamente de las filas del PRM, del cual será su presidente, el partido de gobierno tiene que ser fortalecido, reestructurando su plantel directivo casi por completo. El PRM tiene que hacer con un espíritu de cuerpo, vigorizar y disciplinar sus estructuras, crear o vigorizar su escuela de formación política; pelear contra la percepción de que este es un gobierno de corruptos y narcotraficantes, como constantemente lo presenta la examen a través de las redes sociales, las plataformas digitales y otros medios de comunicación.

Se avecina una tormenta política muy robusto, con vientos huracanados capaz de robar por los aires al más robusto. En el PRM hay que terminar con la lucha descarnada de los aspirantes a la candidatura presidencial, porque puede terminar como la fiesta de los monos: a rebaso. Raquel Peña (si es verdad que aspira), David Collado, Carolina Mejía, Wellington, Yayo, etc. No pueden ser candidatos al mismo tiempo, en las mismas elecciones. Será uno o una. Tienen que ponerse de acuerdo, posponer sus aspiraciones. La lozanía, en la mayoría de los aspirantes es su mejor partidario. No se desesperen, que siempre será mejor hacia lo alto con presión que debajo con depresión.

Si los muchachos y muchachas (no lo digo en tono despectivo) del PRM no se desesperan, si retoman la calma y la sensatez, y hacen lo que tienen que hacer en términos da cambios y transformaciones a protección del pueblo, el PRM puede mantenerse en el poder durante varios periodos, pero si continúan “de locos viejos”, lo perderán “todo por carencia”, como dice el cantante castellano Camilo Sesto.,

El PRM sigue siendo un partido débil, estructuralmente, indisciplinado, sin ideología, ni formación. No parece enterarse que, como decía Peña Gómez: “¡Sin dispositivo no hay fuerzas! ¡Y sin fuerzas no hay vencimiento!

PD: los partidos políticos, grandes y pequeños, deben hacer un pacto para barrer sus filas, hacer una profilaxis para impedir que “riferos” y “narcotraficantes” entren a sus filas y formen parte de las salas capitulares y del congreso. Todos los partidos tienen “riferos” y “narcotraficantes”. Los tuvo el PLD-FP, (¿Olvidaron que uno y otro partidos convirtieron la República Dominicana en un narcoestado?), solo que muchos comunicadores de la examen no los quieren recapacitar. Hay que “desgarrapatizar” los partidos, incluyendo, por supuesto al PRM.