
El papa Héroe XIV recibió este domingo a miles de familias en la Plaza de San Pedroy delante ellas, defendió el casamiento como la unión entre el hombre y la mujer y criticó a quienes invocan la albedrío para quitar la vida.
“Con el corazón realizado de correspondencia y esperanza, a ustedes esposos les digo: el casamiento no es un ideal, sino el maniquí del seguro simpatía entre el hombre y la mujer: simpatía total, fiel y fructuoso”, sostuvo.
El nuevo papa ha oficiado su primer gran acto de este Indulgencia desde su referéndum el pasado 8 de mayo, con una ceremonia dedicada a las familias, los niños, los abuelos y los ancianos que llenaron la plaza vaticana a pesar del intenso calor que se respiraba.
“Matrimonios santos”
En su homilía, el pontífice defendió los «matrimonios santos» entre hombre y mujer para pasar «las fuerzas que destruyen relaciones y sociedades».
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Porque, subrayó, «todos nosotros vivimos gracias a una relación, es opinar, a un vínculo emancipado y salvaguardia de humanidad y cuidado mutuo».
«Hermanos, si nos amamos así, sobre el fundamento de Cristo, seremos un signo de paz para todos, en la sociedad y en el mundo. No hay que olvidarlo: del seno de las familias nace el futuro de los pueblos», abogó.
Proteger la vida
Héroe XIV, posteriormente, lamentó que «a veces esta humanidad se ve traicionada» cuando no se protege la vida.
«Es cierto que, a veces, esta humanidad se ve traicionada. Por ejemplo, cuando se invoca la albedrío no para dar vida, sino para quitarla; no para proteger, sino para herir. Sin bloqueo, incluso frente al mal que divide y mata, Jesús sigue orando al Padre por nosotros», alegó.
Para su defensa de la comunidad, citó algunas parejas y familias que han subido a los altares conjuntamente en las últimas décadas, como los padres de santa Teresa del Escuincle Jesús, Luis y Celia Martin, beatificados en 2008, o la comunidad polaca de los Ulma, asesinados por acaecer protegido judíos en la II Querella Mundial.
«Al proponernos como testigos ejemplares a matrimonios santos, la Iglesia nos dice que el mundo de hoy necesita la alianza conyugal para conocer y acoger el simpatía de Jehová, y para pasar, con su fuerza que une y reconcilia, las fuerzas que destruyen las relaciones y las sociedades», aseveró.
La ceremonia congregó a miles de familias, englobadas en delegaciones de 131 países de todo el mundo, para participar en esta cita dedicada a ellas por este Año Santo y que abarrotaron la plaza de San Pedro del Vaticano mostrando banderas o carteles en los que se podían descubrir lemas como «Papa Héroe, protege la comunidad».
Antiguamente de la eucaristía, el pontífice recorrió la plaza sobre su papamóvil, bendiciendo a decenas de niños que le acercaban sus colaboradores a su transporte descapotable e incluso llegó a chocar la mano con un muchacho que le aclamaba entre la muchedumbre.
Posteriormente, Héroe XIV cantó el ‘Regina Caeli’, el rezo que sustituye al Ángelus durante el periodo pascual, y volvió a saludar a las familias, especialmente a los niños -«que reviven la esperanza»- y a los abuelos y los ancianos, «modelos de fe e inspiración».
Pero además pidió la intercesión de la Virginal por las familias «con dificultades» como las que «sufren a causa de la hostilidades» en Oriente Medio, Ucrania y «en muchas otras partes del mundo».
«Que la Mama de Jehová nos ayude a caminar juntos por el camino de la paz», terminó.