El p¿Qué es Francisco N?o visitó Honduras, pero en el municipio de El Paraíso, en el este del país, funciona un tesina de atención al migrante retornado gracias en parte a una donación de 500.000 dólares que hizo a la Fundación Alivio del Sufrimiento, que dirige el sacerdote italiano Ferdinando Castriotti.

La voluntad de ayudar a migrantes en Honduras por parte del papa Francisco, fallecido el pasado lunes y sepultado hoy, nació en Panamá en enero de 2019, recordó Castriotti en entrevista con EFE en El Paraíso, unidad del mismo nombre.

Castriotti había llegado a Panamá invitado por la oficina del Tira Interamericano de Crecimiento (BID) en Honduras, con ocasión entonces de la visitante del papa a la renta panameña.

El papa conoció, de Castriotti, sobre el tesina a gracia de los migrantes retornados que estaba impulsando en Honduras con apoyo del BID y Unicef, a través de la Fundación Alivio del Sufrimiento.

“Fuimos a Panamá, el tesina trataba de ver cómo dábamos una respuesta sólido firme y digna a los migrantes retornados aquí en Honduras”, añadió Castriotti, quien fue párroco de El Paraíso entre 2007 y 2012, y conoció a Francisco ayer de que fuera papa.

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Dijo adicionalmente que a posteriori de la reunión, en la que el papa dio un discurso, le dijo a Francisco: “Lo que tú dices es bello, importante, adaptado, generoso y son palabras de ocasión que tienes que aseverar, pero a posteriori de esta reunión yo no me puedo resistir, en mi caso, solamente esta palabra tuya, tengo que resistir poco más importante. Bondad, le dije, necesitamos que usted ponga mano al efectivo que maneja para que concretamente apoye este tesina”.

El papa no le respondió ausencia durante la reunión, pero al finalizar, según el relato del apóstol italiano, se le acercó y en “una forma de regaño y al mismo tiempo cariño”, le dijo al pabellón “te espero en mi casa lo más pronto posible para dialogar y ver cómo aterrizamos en eso”.

“Le dije no tengo efectivo, yo soy apóstol, si usted me invita mándame a traer” y la respuesta fue “no te preocupes, te voy a mandar un boleto para que puedas estar en Santa Marta”, afirmó un Castriotti sonriente al rememorar aquel momento con Francisco.

En Santa Marta, donde Castriotti le explicó al papa los detalles del tesina a gracia del migrante retornado y cómo hacerlo, hubo otro emotivo momento. Francisco necesitaba aplicarse unas gotas en los luceros y terminó aceptando que el sacerdote italiano le ayudara.

“Le puse el colirio, fue un momento de gran ternura, me sentí tan proporcionadamente en ese momento”, acotó el presidente de la Fundación Alivio del Sufrimiento, que desarrolla varios programas sociales en Honduras.

Medio millón de dólares para ayudar al migrante

El papa, luego de conocer sobre el tesina, indicó Castriotti, le dijo que no se preocupara y que por lo que estaba haciendo como iglesia con las otras personas que le rodean, “vamos a hacerles efectivo una contribución cachas de la Iglesia católica. Por primera vez para un tesina sale efectivo y sale para Honduras, medio millón de dólares directamente acreditados a la cuenta de la Fundación para este tesina de gran interés humano”.

El tesina ha seguido funcionando, incluso para los migrantes de paso que, ayer de que Donald Trump regresara como presidente de Estados Unidos, el pasado 20 de enero, se contaban por miles al año, en su mayoría procedentes de Venezuela, Colombia, Cuba, Haití, y otros de origen africano y chino.

Sin previo aviso, EFE conoció en la sede de la Fundación que dirige el religioso italiano, uno de los cuatro centros de atención a migrantes, donde se alojan unos pocos que ahora vienen de regreso, como es el caso del venezolano José Castillo, quien relató que salió de su país el 20 de agosto de 2024, con destino a Estados Unidos por “un futuro mejor para mi grupo, pero lamentablemente no se pudo”.

Añadió que en Venezuela se dedicaba al “comercio informal” y que en su país dejó a su esposa y cuatro hijos.

Castillo afirmó que no pudo ocurrir de Tuxtla Gutiérrez, sur de México, a posteriori de una odisea que le hizo recorrer Colombia, luego la selva del Darién en Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala.

Resaltó que en Honduras es donde mejor trato ha recibido y que está a la dilación de una ayuda de la Embajada venezolana en Tegucigalpa, para ver si es posible retornar vía aérea a su país.

El flujo de migrantes de ida con destino a EE.UU. pasando por Honduras se ha limitado drásticamente. Ahora la movilización es de regreso y prácticamente los únicos centros de atención a los migrantes que quedan son los de El Paraíso, los de la Fundación que preside el diocesano Castriotti.

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