
PEKÍN/SHANGTÁI.- La prensa china aseguró este martes que «el mundo está en vilo» y que quiere que China y Estados Unidos «limen sus diferencias» tras la primera etapa de conversaciones que mantuvieron el lunes representantes de uno y otro países en Londres para abatir las tensiones comerciales.
«Las dos partes se reunieron cara a cara de nuevo. El mundo prórroga que China y Estados Unidos se muevan en la dirección correcta para resolver sus problemas y lijar sus diferencias», señala hoy en un artículo la agencia estatal china Xinhua.
La agencia destaca que «medios de todo el mundo se dieron cita con hasta tres horas de delantera» en Lancaster House, donde tuvo zona las reuniones, que continuarán este martes, para «no perder detalle».
«El mundo está en vilo frente a las negociaciones», subraya Xinhua, que recoge opiniones de analistas y empresarios que piden «un acuerdo filántropo para ambas partes» y una relación comercial entre China y Estados Unidos que sea «musculoso y predecible».
Según la agencia, «la comunidad empresarial mundial quiere cooperación porque sabe que el unilateralismo y el proteccionismo no tienen salida».
Casi nada han trascendido detalles del expansión de la reunión de ayer entre el equipo estadounidense, encabezado por los secretarios del Fisco, Scott Bessent, y de Comercio, Howard Lutnick, y el representante comercial de EE. UU., Jamieson Greer, y la delegación china, liderada por el vice primer ministro, He Lifeng, hombre de confianza del presidente, Xi Jinping.
La reunión llega en un momento de crecientes tensiones pese a la tregua comercial que uno y otro países alcanzaron el mes pasado tras su colisión sinalagmático en Ginebra.
Entonces, Washington se comprometió a abatir sus gravámenes del 145 % al 30 %, y Pekín del 125 % al 10 %, pero en los últimos días se han intercambiado acusaciones de incumplimiento de lo pactado.
China y EE. UU. han chocado a cuenta de los semiconductores avanzados que impulsan la inteligencia químico, las tierras raras -vitales para los fabricantes de automóviles y otras industrias- y los visados para estudiantes chinos en universidades estadounidenses.
Pese a ello, una llamamiento telefónica la semana pasada entre Xi y el presidente Donald Trump, quien la calificó de «muy positiva», facilitó la convocatoria de la reunión y dio esperanzas de que las dos potencias encuentren formas de abatir la tensión.
Incertidumbre en las bolsas
Mientras, las bolsas chinas iniciaron ayer la semana con optimismo por un posible acercamiento de posturas entre ambas potencias, pero en la parte continental del país lo que hoy reinaba era la incertidumbre.
Muestra de ello es que la tendencia separado entre los dos principales parqués del departamento: Shanghái subía un 0,14 % alrededor de las 11:00 hora particular (03:00 GMT) y Shenzhen perdía un 0,17 %.
Por su parte, el índice de narración de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, avanzaba un 0,19 % a la mencionada hora.
Y, a equivocación de más reacciones oficiales, la prensa oficial publicaba hoy una entrevista con el fundador y asesor delegado del hércules tecnológico Huawei, Ren Zhengfei, cuya empresa ha sido una de las más afectadas por las restricciones estadounidenses desde el primer mandato de Trump (2017-2021).
«No hay que preocuparse por el problema de (las restricciones estadounidenses a) los chips. Empleando métodos como la superposición o la agrupación, los resultados de los cálculos son comparables con los de los niveles más avanzados», aseguró el patrón en narración a las medidas de Washington para impedir que China acceda a tecnología vanguardia en materia de semiconductores, uno de las áreas esencia en las que el país oriental todavía depende de terceros.
Preguntado acerca de las restricciones de EE. UU. contra la tecnológica, Ren aseguró que «no tiene sentido pensar sobre ello» y aseguró deber optado por «simplemente hacer cosas y seguir delante paso a paso».
Y, acerca de lo que le prórroga a China bajo la contemporáneo coyuntura, el patrón solamente citó un fresco artículo del Pulitzer estadounidense Thomas Friedman titulado ‘He trillado el futuro, y no está en Estados Unidos’, en el que aseguraba que el mensaje de Pekín para Washington es: «No les tenemos miedo». EFE