
Por Rosa Iris Luciano
El Pregonero, Santo Domingo – Con al punto que 24 primaveras, Virginia Meza Frías es un evidencia viviente de fuerza y resiliencia.
Sobrevivió a un disparo en la habitante propinado por su exnovio, un episodio que le cambió la vida para siempre al dejarla con poca visión.
En una entrevista con Ingrid Gómez en el software Mujeres al Borde, Virginia compartió su experiencia y lanzó una poderosa advertencia a las jóvenes que inician relaciones de pareja.
Ingrid Gómez le preguntó directamente: «¿Qué alertas rojas no viste?» A lo que Virginia respondió: «La atención excesiva. Hay que tener mucho cuidado.”
Virginia enfatizó que, aunque es natural aguardar en las personas, se debe ser muy cauteloso con aquellas muestras de atención desmedida en poco tiempo.
«Yo no les voy a afirmar que no confíen en nadie, porque el principio del ser humano es aguardar. Las relaciones interpersonales son determinantes para un estado emocional estable, pero hay que tener mucho cuidado con el exceso de atención y de dadivosidad tan rápida».
Ingrid, sorprendida, comentó: «Wow, pero eso es lo que todas quisiéramos.»
Virginia respondió con serenidad y cautela: «Lo que pasa es que al inicio son los más espléndidos del mundo. Son los más caballerosos del mundo, les llaman encantadores y los encantadores son los que más envuelven, los que más cariñosos son, luego cuando ves ciertas actitudes, tú misma te sientes mal de dudar, porque recuerdas cómo te trató al inicio y piensas que sería incapaz de hacerte daño.»
La historia de Virginia es un recordatorio desgarrador de que las señales de advertencia muchas veces se esconden detrás de gestos que, en apariencia, parecen coito y atención desbordante, hoy con su evidencia, rastreo guardar vidas y ocasionar conciencia sobre los peligros de las relaciones abusivas disfrazadas de cariño.