
Punta Cana, RD. Oklahoma City y sus apasionados aficionados viven con máxima intensidad las Finales de la NBA al ritmo de los Thunder, el «corazón palpitante» de una ciudad revitalizada por un equipo de básquet y su hado, Shai Gilgeous-Alexander.
«Este puesto es una insensatez, el nivel de decibelios era demencial», destacó el jueves el preparador Rick Carlisle a posteriori de que sus Indiana Pacers arañaran un triunfo en el extremo segundo (111-110) en el inicio de las Finales, que se disputan al mejor de siete partidos.
El estridente bullicio de los 18.200 espectadores del Paycom Center fue una muestra del entusiasmo por los Thunder, la franquicia que se mudó en 2008 a Oklahoma City procedente de Seattle.
«Los Thunder son el corazón palpitante de esta ciudad. En mi suburbio, cada casa tiene un cartel en su edén animando al equipo», explica a la AFP Joe Mussatto, editorialista del diario The Oklahoman.
Tras el devastador huracán Katrina en 2005, la renta del estado de Oklahoma acogió partidos de los New Orleans Hornets. Su apasionado apoyo «demostró a la NBA que la ciudad podía abrigar una franquicia», recuerda el periodista.
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