
Con Windows 11 22H2, Microsoft introdujo un nuevo componente en su suite de seguridad, con el objetivo de evitar aplicaciones maliciosas, denominado control de aplicaciones Smart (SAC). Esta característica complementa el defensor de Microsoft, bloqueando el código no confiable o desconocido de la ejecución de forma proactiva. Ahora, en una publicación de blog actualizada Empujando la funciónMicrosoft afirma un aumento de rendimiento en comparación con las soluciones AV tradicionales, aunque la impresión pequeña indica que necesitará una instalación de Windows fresca para usar esta función.
El software antivirus tradicional, como el defensor de Microsoft, adopta un enfoque de “inocente hasta que se demuestre”. Estas soluciones son en gran medida reactivas y confían en los programas hasta que su comportamiento desencadena una alerta. Microsoft Defender emplea detección basada en la firma, controles de comportamiento (heurísticas) y protección en la cirro para evitar software ladino en su sistema. Cuando se enfrenta a un nuevo malware (día cero) o amenazas polimórficas, que pueden excluir las verificaciones de firma, el defensor recurre a las heurísticas, observando las acciones del malware hasta que detecta un comportamiento sospechoso.
Aquí es donde el control de aplicaciones inteligentes ingresa a la refriega, empleando una metodología proactiva, que opera según el principio de “culpable hasta que se demuestre inocente”. Evalúa la seguridad de la aplicación al examinarla contra el manifiesto de seguridad de inteligencia de Microsoft (un servicio de reputación basado en la cirro). Si esta prueba no es concluyente, intenta validar la firma digital de la aplicación, para avalar su origen de un desarrollador de confianza. La aplicación está bloqueada por Windows Security si se predice que es maliciosa en el primer cheque o sin firmar en la segunda demostración.
Esencialmente, SAC evita las verificaciones de comportamiento tradicionales al avalar que solo las aplicaciones verificadas puedan ejecutarse en su sistema. Aunque Microsoft afirma que Smart App Control ofrece un aumento de rendimiento sobre las soluciones antivirus tradicionales, está diseñado para proceder en paralelo con Windows Defender. A diferencia del defensor de Windows, si SAC considera un software ladino, no puede marcarse como un inexacto positivo o con la repertorio blanca. Como tal, es probable que SAC sea una mala opción para los entusiastas o los desarrolladores, que sirvan mejor sistemas empresariales o personas que no son tan expertos en tecnología.
Para evitar tales conflictos, Microsoft ejecuta el control de aplicaciones inteligente a través de una etapa de evaluación para determinar si esta característica obstaculizaría sus actividades diarias. Esta es una calle única: si SAC se considera inadecuado para su sistema, se deshabilitará y solo se puede retornar a habilitar reinstalando Windows. Del mismo modo, si decide apagarlo usted mismo, no podrá simplemente retornar a encenderlo.
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