
Ciudad del Vaticano.- Dos cardenales, el gachupin Antonio Cañizares y el keniano John Njueno participarán en el cónclave que comenzará el 7 de mayo para nominar al sucesor de Francisco por motivos de lozanía, mientras aún quedan 4 cardenales por calar a Roma de los 133 que entrarán en la Capilla Sixtina, informó el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
La partida de los dos purpurados hace que los dos tercios necesarios para nominar al nuevo pontífice totalicen 89 votos, así como igualmente que sean 70 los países representados, pues Njue era el único procedente de Kenia.
El cardenal keniano había protagonizado hace unos meses un episodio maniático cuando el diario de la Conferencia Obispal italiana, Avvenire, informó de que la data de origen del purpurado había sido corregida de 1944 a 1946, haciendo así posible su billete en el cónclave.
Adicionalmente, el Vaticano confirmó la presentación este sábado del cardenal Vinko Puljić, mitrado emérito de Sarajevo, que en un principio había afirmado que no podría venir. Según algunos medios, Puljic aseguró su entrada en la Sixtina, aunque necesita ayuda para moverse, y no se quedará en su habitación durante las votaciones.
En la octava congregación normal de los cardenales celebrada este viernes, tras el festivo del 1 de mayo, asistieron poco más de 180 cardenales, de ellos más de 120 electores, y durante la pausa de media mañana varios purpurados recién llegados prestaron insulto, sumándose formalmente a los trabajos de la asamblea.
Bruni explicó que en la sesión matutina se realizaron 25 intervenciones en los que se abordó «la centralidad de la apostolado, entendida no solo como tarea permanente de la Iglesia, sino igualmente como un eje característico del pontificado del papa Francisco».
Todavía «se subrayó la exigencia de anunciar el Evangelio con renovado vigor, especialmente entre los jóvenes, y de hacerlo desde todos los niveles eclesiales: desde las parroquias locales hasta las estructuras de la Curia».
Varios cardenales, añadió el portavoz, hicieron hincapié en el deber del afirmación cristiano «y en el peligro que suponen los escándalos sexuales y financieros, que comprometen la credibilidad de la empresa eclesial».
Otro punto fue el sufrimiento de los cristianos de las Iglesias de Oriente y el debate igualmente se centró por otra parte en cuestiones relacionadas con el Derecho Canónico, la exigencia de robustecer la sinodalidad y la colegialidad obispal, y los desafíos del secularismo.
Bruni igualmente fue preguntado en la rueda de prensa sobre los rumores respecto a un supuesto problema de lozanía y la exigencia de una intervención médica para el cardenal Pietro Parolin, uno de los nombres que más suenan como papables, en la recorrido mencionado, pero lo desmintió rotundamente: «No, no ha ocurrido. No es cierto».