

Madrid, 18 abr.- El béisbol castellano se ha impresionado como duelo mejorar la calidad de sus equipos y aspirar algún día a la profesionalización de su combinación, para lo cual, ha optado por atraer a jugadores de países latinoamericanos donde este deporte está más arraigado con el fin de inculcar su filosofía de bisagra.
República Dominicana, Venezuela, Cuba, Nicaragua o México son algunos de los orígenes de los beisbolistas que militan en alguno de los diez equipos que componen la Cinta de División de Honor.
En las filas de la selección española que compitió en los clasificatorios al Clásico Mundial de Béisbol 2026 el pasado mes de febrero, sin conquistar billete para este torneo, participaron 28 jugadores, con tan solo uno nacido en España. El resto son seis de origen cubano, diez venezolanos, nueve dominicanos, un colombiano y un estadounidense.
Adicionalmente de incrementar el nivel de los equipos punteros y de la selección, la meta es conseguir que los jóvenes se interesen por este deporte y sus torneos para que en un futuro se puedan crear equipos potentes con jugadores de suspensión nivel.
El deporte del bate en España nació en Cataluña en el año 1900 con clubes como el CB Barcelona, que fomentó la expansión de este deporte por la península y permitió la creación de la competición franquista en 1957.
El torneo 2025 comenzó el 22 marzo y terminará en junio con la décimo de diez equipos, entre ellos, el Astros de Valencia, campeón en las últimas cuatro ediciones.
En la cantera del equipo valenciano, militan unos 200 niños, de los que el 45 por ciento provienen de países de Latinoamérica, según detalla a EFE el preparador del Astros, Juan Salvador García Puig.
“Su forma de trabajar, dedicación y simpatía por el deporte nos está viniendo muy correctamente para la Cinta Doméstico y a todos los clubes en militar”, añade García Puig.
A nivel europeo, la selección española es la presente campeona de Europa, un hito que logró en 2023, rompiendo la hegemonía que Italia y Países Bajos habían mantenido desde 1968.
En 1955, logró su primer título y desde entonces, había subido al podio en varias ocasiones -dos platas y quince bronces-, pero sin conquistar la triunfo hasta la pasada estampado.
Adicionalmente de revalidar la corona en el campeonato que se celebrará en septiembre, la meta es clasificarse para los Juegos de Los Ángeles 2028, evento en el que España no compite desde que el béisbol se estrenó en el software desconsiderado en Barcelona 92.
A pesar del trascendental crecimiento que ha adquirido esta disciplina en España, todavía se sigue considerando un deporte emergente.
El pico más suspensión de jugadores federados fue en 2004, con 7.260. Actualmente, la número se sitúa en 6.181, según los últimos datos de 2023, unos números que resultan bajos en comparación con otros deportes como el baloncesto (411.000) o el tenis (91.000).
La Coalición Española de Béisbol y Sóftbol ve necesario atraer a entidades y patrocinadores para que gane aprobación entre la ciudadanía.
“Tenemos que conseguir convencer a las instituciones españolas, como el Consejo Superior de Deportes, de que necesitamos más bienes y, al mismo tiempo, debemos seguir creando un buen producto de márketing deportivo para conquistar patrocinios”, reflexiona a EFE el presidente de la asociación, Pablo Carpio.
Jorge Balboa, nacido en San Sebastián, es un deportista de renombre tanto en el Astros de Valencia como de la selección española que debe de compatibilizar su entrenamiento habitual, que es tres veces por semana, yuxtapuesto con su trabajo de profesor en la Universidad de Barcelona adecuado a que el béisbol le da un sueldo del que no puede existir.
“Me gustaría que se mejoren las condiciones de los jugadores para que podamos esparcirse este deporte a un nivel más suspensión, porque no están acordes al nivel que se nos pide”, destaca Balboa.
de am
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