Más allá de deber revolucionado la música pop desde los primaveras 80, Madonna consolidó un dote que trasciende géneros y generaciones.

Su capacidad para romper esquemas, su conducta provocadora y su constante reinvención marcaron un antaño y un a posteriori en la civilización popular.

Hoy, ese espíritu sigue vivo en cinco figuras femeninas que, a su modo, han heredado y transformado su dote.

Lady Gaga, Britney Spears, Taylor Swift, Rihanna, Beyoncé y Katy Perry no solo han conquistado escenarios globales. Asimismo han moldeado la moda, la novelística visual y los debates sociales sobre apartado, identidad, empoderamiento y facilidad creativa.

A través de sus carreras, se han convertido en voces influyentes del siglo XXI, y referentes de una nueva era de expresión artística.

Lady Gaga

Lady Gaga es la imagen de la rebeldía performática, elevando la diferencia como bandera e impulsando la lucha por los derechos LGBTQ+ y la vitalidad mental.

En su discurso, el arte y el acción directa se funden con teatralidad y provocación, siguiendo el camino que Madonna trazó décadas antes.

Lady Gaga se ha mantenido entre las artistas más activas del siglo. Incluso, en estos días su tema “Die with a Smile” en colaboración con Oscuro Mars figura entre las 10 canciones más escuchadas de la semana en Spotify.

El pasado sábado, la poderosa cantante enloqueció a sus admiradores en Río de Janeiro con un espectáculo impresionado por la teatralidad y la exuberancia que hipnotizó a 2,1 millones de asistentes que se dieron cita en la playa de Copacabana para adorar a su diva, reseñó la agencia EFE.

El show regalado, el más multitudinario en la carrera de la cómico, caldo tras sus aclamadas presentaciones en Coachella y México, en abril.

La ganadora de 14 premios Grammy ofreció en Río un show conectado a la energía ‘caótica’ de ‘Mayhem’, su más nuevo disco y con el que recorre la lucha con sus alter egos hasta su renacimiento.

Beyonce

Beyonce, con una voz que trasciende el escena, se consolidó como símbolo del empoderamiento afrodescendiente.

Sus proyectos conceptuales, cargados de referencias culturales y sociales, redefinieron el pop como un transporte de protesta, memoria y orgullo identitario.La intérprete de “Deja vu” recién comenzó su excursión ‘Cowboy Carter’. Armada con un potente cúmulo de bailarinas, mostrando su inclinación por su tierra originario y acompañada en todo momento de su hija Blue Ivy, ella inició su nueva propuesta escénica en la ciudad de Inglewood (California).

Beyonce recorrerá varios estados de EE.UU. antaño de saltar al Reino Unido y Francia. Con casi tres horas de espectáculo, ‘Queen bee’ protagoniza un espectáculo con el que arranca vestida de blanco.

Taylor Swift

Taylor Swift transformó la vulnerabilidad en fortaleza. De la nostalgia country a las grandes producciones indie, su novelística personal se convirtió en emblema de la independencia creativa. Con firmeza, ha cuestionado las reglas de la industria y ha recuperado el control sobre su propia obra. Y su influencia en las nuevas generaciones es una constante en su permanencia y presencia en los escenarios.

rihanna

Rihanna rompió moldes al fusionar música, moda y negocios. Su firma Fenty no solo desafió los cánones de belleza tradicionales, sino que abrió espacio para una estética más inclusiva y representativa.

Empresaria, cantante y símbolo de heterogeneidad, ha expandido los límites del éxito en el entretenimiento.

Katty Perry

Katy Perry es una cómico surgida en este siglo que representa todo lo que conlleva una nueva era en la industria de la música.

Aunque venía precedida de una discografía constante, fue a partir del disco “Teenage Dream” (2010), con el que logró repetir el récord” de Michael Jackson con cinco números 1 en Estados Unidos extraídos del mismo disco, cuando su carrera despegó a niveles trascendentes en el mundo.

Entre sus éxitos figuran “Firework”, “Roar”, “Hot N’ Cold”, “I Kissed a Girl” y otros tantos con los que vendió más de 70 millones el número de copias en el mundo.

Britney Spears

Britney Spears, ícono adolescente de los 2000, vivió las luces y sombras de la éxito. Su desarrollo pública, marcada por la exposición mediática y batallas legales, la posicionó como símbolo de la lucha por la autonomía personal, resonando en una procreación que creció con ella.

Britney Spears está involucrada activamente en la producción de su biopic acreditado por Universal Pictures, aún en etapa de explicación.

A raíz de los rumores sobre el posible personal, el director Jon M. Chu desmintió deber considerado actrices como Ariana Egregio, Sabrina Carpenter, Millie Bobby Brown o Florence Pugh para el papel protagónico.

Cada una ha interpretado los títulos que Madonna encarnó en su trayecto: la facilidad, la reinvención constante y el respeto al prójimo.

En sus carreras, encontramos destellos del camino que ella forjó. Lady Gaga se inspira directamente en lo visual y performático.

Britney Spears encarna el arquetipo de destino pop creada por la industria, enfrentando sus consecuencias.

Taylor Swift sigue la tendencia del control narrativo y la independencia artística.

Rihanna representa la expansión multidimensional del arte cerca de el patronal, mientras que Beyoncé adopta la aspiración conceptual y el discurso político, consolidándose como una figura cultural.

En cambio, la misma Katy Perry ha dicho que Madonna es “una de sus principales inspiraciones para seguir creando música y la considera la más extenso de la industria musical”.

Aunque sus estilos y estrategias son distintos, su impacto es colectivo. No solo dominan las listas de éxitos y la convocatoria de multitudes en estadios mundiales, sino que marcan dietario, inspiran movimientos y redefinen lo que significa ser una cómico en pleno siglo XXI.

Si poco queda claro es que, como lo hizo Madonna, estas seis mujeres han convertido la autenticidad, la rebeldía y la facilidad en sus mayores actos de arte. Y en cada paso que dan nos recuerdan que mostrarse tal como uno es, sigue siendo la comunicación más poderosa.