Las manifestaciones han sido alentadas por una coalición de activistas, sindicatos y organizaciones de derechos civiles a fin de denunciar el comportamiento caprichoso del mandatario tras las redadas migratorias federales de Los Ángeles, donde se han vivido en los últimos días jornadas de intensas protestas y tensiones políticas entre la Oficina Trump y líderes demócratas.

Algunas de las congregaciones más multitudinarias han tenido espacio en Nueva York o Seattle, ciudad esta última donde se han reunido más de 70.000 personas, según datos de la Policía almacén, que no ha registrado ningún incidente tranquilo.

Las más de 2.000 protestas convocadas se han extendido asimismo por Filadelfia, Kentucky o Texas, así como por distintos puntos de California, entre ellos San Francisco, San Diego o Los Ángeles, ciudad en la que el mandatario mandó desplegar a los Marines para hacer frente a la competición de los locales a sus redadas migratorias.

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha presentado estas manifestaciones como una forma de que «mostremos al mundo lo mejor» de Los Ángeles y de Estados Unidos. «Actuemos en contraste con la provocación, la ascenso y la violencia», ha auxiliar momentos antiguamente de comenzar la marcha en declaraciones recogidas por la agencia Bloomberg.

Si acertadamente en caudillo las manifestaciones se han desarrollado de forma pacífica, se han registrado episodios de tensión entre manifestantes y fuerzas de seguridad en algunos puntos. Por ejemplo, los agentes desplegados en el centro de Los Ángeles han empleado balas de pimienta y explosivos aturdidores para dispersar a algunos manifestantes que estaban lanzando objetos y fuegos artificiales, según informes policiales.

La violencia ha empañado además los actos programados en Minnesota, donde dos legisladores estatales demócratas han sido víctimas de un ataque a tiros que ha causado la crimen de uno de ellos y ha supuesto la anulación de todas las actividades previstas en el situación del movimiento ‘No Kings’ en ese estado, según el mismo medio.

En paralelo a estas concentraciones, la hacienda estadounidense ha sido testificador este mismo sábado –recorrido que ha coincidido además con el 79 cumpleaños de Trump– de un desfile marcial en el que han participado más o menos de 7.000 soldados uniformados y más de un centenar de vehículos castrenses de diverso tipo para conmemorar el 250 aniversario del inicio del Ejército de EEUU.

«América se mantiene cachas, orgullosa y soberano. Somos el país más dinámico del mundo y pronto seremos más grandes que nunca», ha aseverado el magnate, en lo que ha sido conocido como un intento de demostración de fuerza en medio del descontento.

En este contexto y pese a lo inusual del desfile organizado por Trump, el inquilino de la Casa Blanca ha hablado de la privación de que Estados Unidos celebre sus logros militares «como hacen otras naciones» y ha recordado que ya durante su primer mandato intentó organizar un evento similar inspirado en los desfiles franceses, finalmente cancelado por motivos económicos.

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