
Las delegaciones de Estados Unidos y China concluyeron este sábado el primero de dos días de negociaciones directas sobre los exorbitantes aranceles que se han impuesto mutuamente y que han desestabilizado las cadenas de suministros y amenazan la caudal universal con una recesión.
Las delegaciones, encabezada del banda estadounidense por el secretario del Riquezas, Scott apuestasy el representante de Comercio, Jamieson Greer, y por el viceprimer ministro He Linfeng, del banda chino; se reunieron cerca de tres horas por la mañana y tras una pausa que hicieron para engullir, por separado, volvieron a reunirse por la tarde.
La prensa internacional, incluidos varios corresponsales que viajaron a Suiza desde Pekín y Washington para intentar seguir este concurrencia, vieron el ir y venir de las comitiva, pero no tuvieron llegada a los negociadores.
La reunión se realizó en la residencia del embajador de Suiza en presencia de la ONU en Ginebra, una suntuosa construcción rodeada de áreas verdes y con audiencia directa al estanque de Ginebra, como parte de los buenos oficios que el Gobierno suizo había ofrecido a ambas partes para simplificar sus conversaciones.
Las partes intentaron sostener secreto el puesto de su concurrencia, pero una filtración que se propagó rápidamente permitió a la prensa venir al puesto para intentar obtener alguna explicación, una encomienda irrealizable en este primer día por las restricciones de llegada y movimiento que aplicó la policía recinto, por instrucciones de los servicios de inteligencia de entreambos países, según reconoció a EFE un efectivo de seguridad.
China ha llegado a esta reunión con datos a su honra, en particular tras conocerse este viernes que sus exportaciones aumentaron un 8 % en abril, frente a una pendiente del 21 % que experimentó Estados Unidos ese mismo mes.
Sentido de responsabilidad
- A través de sus medios oficiales, el Gobierno chino ha señalado hoy que al aceptar entrar en estas negociaciones demuestra su sentido de responsabilidad.
Además ha obligado que reanimar la comunicación entre las dos economías más poderosas del mundo será benéfico para que cada cual entienda las preocupaciones de la otra y “evitar malas interpretaciones”.
No obstante, tras estos comentarios que muestran voluntad de comprensiónChina ha enfatizado que mantiene su concurso a la ascenso arancelaria por parte de Estados Unidos y que “cualquier forma de intentar presionar o coaccionar a China simplemente no funcionará”.
Por su parte, la pulvínulo de las negociaciones de la parte estadounidense la dictó en la víspera el propio presidente Donald Trump al afirmar que le parece que apearse a 80 % los aranceles a China sería lo “apropiado”, aunque fuentes gubernamentales en Washington dejaron caer el porcentaje del 60 % antaño del delirio de su delegación a Ginebra. EFE