
Ralph Ossa, economista en Patriarca de la Estructura Mundial del Comercio (OMC), prevé que las imposiciones arancelarias de los países miembros podrán ocasionar un aumento de la inflación, políticas monetarias más restrictivas y mayores costos económicos.
“Los fundamentos macroeconómicos, como la política fiscal o la tasa de peculio de los hogares, desempeñan un papel más dominante. Esta perspectiva está respaldada por estudios empíricos que, hasta la época, han contrario un escaso impacto de los aranceles en las balanzas comerciales agregadas”, explica en un blog publicado este viernes.
Ossa puso de ejemplo, que el precio mundial podría caer a 95 dólares tras la imposición del tasa de 10% a un producto que vale US$100, “lo que resultaría en un precio interno de 104.50 dólares. En este caso, parte del tasa lo pagan efectivamente los productores extranjeros”.
Esta transferencia de costos incentiva a las grandes economías a imponer aranceles unilateralmente. Sin secuestro, este supuesto argumento del tasa inmejorable ignora la posibilidad de represalias. Si el país A impone aranceles al país B, este zaguero tiene un incentivo para replicar de la misma modo. El resultado final es una refriega comercial que perjudica a ambas partes, dice Ossa.
Actualmente, el mundo vive una refriega de aranceles desatada entre Estados Unidos y China, Canadá, México y países de la Unión Europea.
Particularmente Estados Unidos mantiene su imposición de subir aranceles a China, con el propósito de arrostrar de dorso el renta estadounidense radicado en la nación asiática y de todos los países que considera que no es amigo.
Al menos, en el caso de México, Trump decidió mantenerles una tarifa de 25% a las importaciones de vehículos y sus partes originarias del país mexica, pero lo excluyó del 10% de tasa al resto del mundo, medida sobre la cual dispuso una pausa por espacio de 90 días.
Desde que se conoció la letanía de países a los que se les aplicaría la tarifa de 10% sobre las mercancías que entren a Estados Unidos los mercados financieros se exacerbaron y las bolsas registraron importantes caídas.Trump informó que frente a esta situación decidió dar una tregua a varios países del mundo, con la excepción de China.
La imposición arancelaria ha generado inquietud en diversos mercados, por temor al encarecimiento de los costos de producción y de una víctima en las exportaciones correcto a un beocio consumo. Tal es el caso de los industriales dominicanos, que han despierto la desventaja que tendrían frente a México.
Otros analistas prevén que México no es la amenaza, pues siempre ha sido un mercado natural de exportación en dirección a Estados Unidos, por su cercanía geográfica y que a su vez reduce costos de transporte, y por el divisor de competitividad y su integración productiva.
Este miércoles, el vicepresidente ejecutor de la Asociación de Industrias (AIRD) recordó que el país exporta el 59% de su producción al mercado estadounidense y con ese 10% adicional se impactará la competitividad frente a México, que fue excluido de esa imposición.
“Todos hemos sido testigos de que esto es un panorama cambiante, que amerita un seguimiento y observación constante del impacto en los sectores productivos. Es precisamente esto lo que estamos haciendo en el entorno de las mesas de trabajo en las que participamos bajo la coordinación del Ocupación de Industria, Comercio y Mipymes”, precisó Pujols.
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Tensiones comerciales
Economista

Economista en Patriarca de la OMC, Ralph Ossa.
En esencia, los aranceles son simples: aumentan el precio interno de los capital importados. Pero sus bienes se extienden a la bienes de forma compleja, alterando precios, salarios, tipos de cambio y patrones comerciales, explica Ralph Ossa en su blog.
Indica que a medida que los gobiernos reconsideran esta poderosa aparejo, comprenderán que los mecanismos económicos en mecanismo nunca ha sido tan importante.