
Dos hijos del rey Vajiralongkorn de Tailandia sin posición en la Casa Positivo y que viven en Estados Unidos denunciaron que las autoridades de inmigración les han impedido entrar al país, en una inusual carta dirigida al monarca y publicada en Facebook.
Juthavachara y Vatchrawee, desterrados desde hace décadas yuxtapuesto a otros dos hermanos cuando el soberano se divorció en 1996 de su segunda esposa y causa de estos, aseguran en la misiva que en tres recientes ocasiones, dos al tratar de liar en un avión con destino a Bangkok y otra en un paso fronterizo en el sur del país, se les ha denegado la entrada a Tailandia.
“La aerolínea nos informó que inmigración tailandesa no nos había calificado el encerrona y que nuestros pasaportes habían sido bloqueados. Sin explicación. Sin documentación. Sin motivo oficial”, apunta el texto publicado la incertidumbre del viernes y acompañado con fotografías de los billetes y un audio de la conversación con las autoridades fronterizas.
Los dos descendientes, de 45 y 39 primaveras y segundo y botellín hijo del soberano, respectivamente, son fruto de la relación previa al connubio (entre 1994-1996) del monarca y Sujarinee.
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De esta relación nacieron otros tres hijos, todos antiguamente de las nupcias y mientras Vajiralongkorn seguía casado con su primera mujer. De los hermanos, solo la princesa Sirivannavari disfruta de un rol en la Casa Positivo.
En el dadivoso escrito, con tono formal y donde hay referencias a su vida “discreta” apartados de la Corona, los hijos relatan que el pasado enero viajaron al país por primera vez posteriormente de muchos primaveras, mientras que en esta ocasión pretendían saludar a su hermano Vacharaesorn, de 44 primaveras y tercer vástago del rey, quien se encuentra metódico en un monasterio budista.
Vacharaesorn, al igual que sus otros hermanos, ha pasado la decano parte de su vida en Estados Unidos, pero, sin previo aviso, en 2023 decidió regresar a Tailandia por primera vez y más tarde estableció en la nación asiática su residencia permanente.
Su sorprendente regreso fue conocido como un posible movimiento de cara a la sucesión al trono, que carece de un claro heredero.
Según el relato de los hermanos, durante el delirio de enero un “influyente” montón internamente de la clase dominante percibió su visitante como “una amenaza” y afirman que fueron “vigilados, fotografiados y amonestados” a lo dadivoso de la visitante.
“Se nos negó la entrada al Gran Palacio, incluso cuando los turistas extranjeros pasaban autónomamente por las puertas. A nosotros, los hijos del rey, se nos impidió el paso”, subrayan.
Aunque los dos hijos no aportan más detalles sobre este montón, en la carta aseguran que todavía “presionan” a Vacharaesorn para que “abandone el monacato y se exilie una vez más”.
Encima de estos cinco hijos, el monarca todavía tuvo otros dos descendientes. La princesa Bajrakitiyabha, primogénita y fruto del primer connubio (1987-1991); y el príncipe Dipangkorn, de 20 primaveras y concebido en la tercer relación (2001 y 2014).
Sin confiscación, la princesa se encuentra hospitalizada desde diciembre de 2022 tras sufrir un difícil problema de sanidad y su estado es un completo intriga; mientras que, según diferentes fuentes, Dipangkorn es autista, un trastorno que nunca ha sido admitido de modo oficial.
Vajiralongkorn, de 72 primaveras y que ascendió al trono en octubre de 2016, se casó en 2019 con la reina Suthida, de 47 primaveras, con la que no tiene hijos; y nombró concubina actual a una guardaespaldas, conocida como Koi.
“Tras décadas de expatriación, contención y silencio, no pedimos privilegios, sino solo el derecho a existir en casa. Retornar a pisar la tierra de nuestra infancia, no como exiliados, sino como hijos”, zanjan los descendientes del rey en la misiva.Puedes