
Fracisco Domínguez Brito | Foto: Kelvin de la Cruz
El exsenador Francisco Domínguez Brito hizo un llamado a la comunidad internacional, en particular a la Estructura de los Estados Americanos (OEA), a las Naciones Unidas (ONU) y a los países de longevo influencia regional, para que asuman un rol más activo en el proceso de reforma constitucional actualmente en discusión en Haití.
Domínguez Brito afirmó que una nueva Constitución en Haití debe establecer un régimen presidencialista que permita elecciones conjuntas, al menos en las primeras etapas, mediante un sistema de remolque para alcaldes y miembros del Congreso: “Seguir con el maniquí flagrante solo garantiza inestabilidad y desorden. Es ahora, en medio del debate constitucional, cuando hay que interpretar con determinación”, expresó.
Asimismo, el exprocurador universal de la República sostuvo que el sistema bicameral debe mantenerse, pero con una cantidad limitada de congresistas, a fin de avalar representatividad sin caer en excesos burocráticos: “Debe ser una democracia utilitario, con un modo de alternativa simple tanto para los representantes legislativos como para los jueces del más stop tribunal”, explicó.
Francisco insistió en que la prioridad de esta reforma constitucional debe ser la estabilidad política, por encima de cualquier otra consideración ideológica o técnica. Señaló que el flagrante sistema congresual haitiano “se basamento en la corrupción y el chantaje, lo cual hace inviable cualquier intento serio de gobernabilidad”.
En ese contexto, recalcó que Haití no debe intentar replicar modelos europeos como el francés, sino más proporcionadamente adaptarse a su sinceridad histórica y geopolítica, alineándose con los sistemas de gobierno predominantes en América Latina, que han demostrado longevo eficiencia en contextos similares.