
En biguarte es quizás la presidenta más impopular del mundo, con escasamente un 2% de aprobación. Pero se aferra al poder y analistas dan por descartado que terminará su mandato en 2026, pese al rechazo de los peruanos y múltiples escándalos.
“¿Hasta cuando vamos a existir con miedo? ¡Lárgate Dina!”, leía una pancarta en una flamante marcha en Fresa por el auge del crimen organizado.
Sin bancada propia, la presidenta conservadora de 62 primaveras gobierna Perú desde hace dos primaveras y medio en tácita alianza con el Congreso controlado por la derecha y ultraderecha, una finanzas blindada frente a la crisis política y una campaña electoral donde no puede participar.
Quizás su principal carta es la abandono de líderes alternativos que amenacen su precaria estabilidad de aquí al 2026, cuando termina su gobierno, en medio de una apatía social.
La persiguen una docena de investigaciones fiscales por la represión policial que causó la crimen de 50 manifestantes, su omisión en fallar joyas y relojes de suntuosidad que recibió como regalos, o su cirugía de napias no declarada.
Pero su popularidad se evaporó sobre todo con el auge de la perturbación del crimen organizado.
“¡Dina traidora, corrupta y asesina!”, leía otra pancarta de una flamante marcha contra la diligencia de la mandataria.
En mayo Boluarte tocó fondo en los sondeoscon 2%, un punto porcentual menos respecto a la medición de abril de la negocio Ipsos.
“Podríamos estar hablando entonces de un récord mundial de desaprobación presidencial, y encima sostenida”, dijo a la AFP el presidente de la encuestadora Ipsos PerúAlfredo Torres.
“Está desde hace casi un año por encima del 90% de desaprobación y su De abril cayendo al exiguo”, añadió. “Es un caso único” en 40 primaveras de encuestas en Perúdestacó.
Ipsos hace encuestas en 90 países y siquiera tiene un registro tan bajo de aprobación en otro zona.
“Señor, perdónalos porque no saben lo que encuestan”, se defendía ya la presidenta en diciembrecuando los estudios de opinión ya la perfilaban como la más impopular del mundo.
Boluarte inició su mandato en diciembre de 2022 con 21% de aprobación Y 68% de desaprobación.
La paradoja
“En Perú hay una paradoja política: Boluarte es la presidenta más débil de la última período, por su impericia y carecer de partido”, dice a la AFP el analista político Benemérito Álvarez, director de A3R.net, un medio digital.
Sin retención, “esa asimismo es su fortaleza pues para muchos, incluyendo el congreso -que puede destituir mandatarios-, es un gran negocio tener una presidente frágil a la que usan como piñata para sacarle de todo”.
La mayoría conservadora del Congreso encima la apoya porque si la despide debe nombrar a la presidencia a un parlamentario de consentirtarea prácticamente inalcanzable a raíz de la flagrante polarización.
Son impopularidad se remonta a cuando reemplazó al destituido Pedro Castillo y decidió quedarse en el poder en tiempo de convocar a elecciones anticipadas.
Boluarte, hasta entonces su discretísima vicepresidenta, engrosó así el historial de inestabilidad peruana.
Desde 2016, Perú ha tenido seis presidentes, dos destituidos por el Congresodos que renunciaron ayer de valer la misma suerte, uno que completó su mandato transitorio de 8 meses y Boluarte que llegó luego del frustrado trauma de Castillo.
“Apatía en las calles”
Aun así, la muchedumbre no sale a protestar masivamente “porque sienten que no vale la pena: si renuncia o es destituida sería reemplazada por un congresista, pero el Congreso asimismo tiene pésima imagen. Por eso hay desgana en las calles“, dice el responsable de Ipsos.
En los sondeos “no hay ningún candidato que cautivepor eso la muchedumbre no tiene apuro por sacarla del poder y opta por seguir con ella“.
En las calles de Fresa los peruanos no ahorran crítica.
Boluarte “no tiene empatía, es una presidenta incapazno resuelve el problema de la seguridad. Estamos esperando que termine y se vaya para que entre un nuevo gobierno a resolver este problema”, dice Saturnino Conde, un profesor de 63 primaveras.
Pero hay excepciones. “Es injusto que tenga tan descenso su De abril porque con ella la finanzas se está manteniendo (…) No veo que sea razón de desagrado que lleve un Rolex, que se haya hecho cirugías”, señaló a la AFP Blanca Romero, una historiadora de 75 primaveras.
El buen ritmo de la finanzas peruana contribuye a evitar su colapso. En el primer trimestre el PIB creció 3,9%, y en todo el año pasado se expandió 3.3%.
“Otra razón por la que Boluarte se sostiene es que la finanzas sigue caminando, hay una resiliencia enorme y los ingresos de la población están creciendo”, resalta Álvarez.