
Aunque no me lo han preguntado, ni me han invitado, porque no soy un dirigente político, ni he sido presidente de la República, no considero necesario un diálogo entre las principales fuerzas políticas, económicas y sociales del país incluyendo a los tres expresidentes Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina.
Me parece una forma de perder el tiempo. (Pantalla, allante y movimiento para agenciárselas protagonismo llamando la atención sobre un tema tan espinoso y delicado que, al parecer, sólo al presidente Luís Abinader, parece preocuparle seriamente).
El presidente Abinader no necesita convocar a nadie para la implementación de las 15 propuestas presentadas; sólo necesita voluntad política, audacia, determinación y coraje. Debe hacerse cargo su responsabilidad como cabecilla del Estado y las consecuencias históricas que haya que sufragar, por ser preferido amplia y democráticamente por el pueblo soberano. (No hay veterano licitud, ni veterano democracia que la que otorga el pueblo durante un certamen vaco y soberano). ¡Usted no puede ser más tolerante de la cuenta, ni más papista que el Papa).
A usted, presidente Abinader, el pueblo lo eligió para que gobierne, no para que busque consensos constantemente ni para que se deje presidir por los medios de comunicación ni por las redes sociales a los que usted, ¡aparentemente, les presta mucha atención! Como le he dicho, al final la historia lo juzgará a usted. ¡Gobierne! ¡Gobierne! Aprenda del presidente Balaguer que hizo las cosas que consideró debía hacer, aunque muchos no estuvieran de acuerdo. Al final la historia lo juzga a él, para aceptablemente o para mal.
Luís Abinader es el presidente de la República, electo por abrumadora, casi por aplauso, por los votos del pueblo dominicano, dándole mayoría en casi todos los municipios, provincias y parajes de la República, y como si fuera poco, mayoría, tanto en la Cámara de Diputados, como en el Senado, lo que le permite llevar a cabo sin consultar a la examen, de la misma forma que no lo hizo, incólume para “aventurar a la política” el PLD durante los 20 abriles que se mantuvo en el poder robándose del país.
Leonel Fernández parece más haitiano que dominicano. (Por lo menos, siente más por los haitianos -a lo que tiene su derecho- que, por los dominicanos, a tal punto que hasta les regaló una universidad en Lugar Haitiano, de 30 millones de dólares que no lleva el nombre de Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón, ni Juan Bosch, se flama Roi-Henri Cristopher, quien fuera el primer y único rey que tuvo Haití).
Como todos saben, los “consensos” no me gustan, pues son propios de regímenes totalitarios. Los “consensos” no son posibles en los países democráticos donde hay opiniones tan variadas y disímiles como la población en su conjunto. (No hay “consensos” en política, religión, ni deportes.