Ya sea por razones espirituales o personales, son cada vez más los artistas urbanos que deciden padecer una conversión al cristianismo.

El caso más flamante es el de Jay Wheeler, quien el pasado 6 de septiembre 2024 tuvo un altercado con Altísimo luego de sufrir un sofisticado suerte automovilístico.

A pesar de amparar que pensaba que iba a caducar y Altísimo lo salvó, Wheeler afirmó que sigue siendo el mismo.

Durante una entrevista con LISTÍN DIARIO, donde presenta su elepé de estudio más emocional y emotivo de su carrera, que lleva por nombre “Girasoles”, una planta que representa tranquilidad, vigor y positivismo, el cantante confesó que se encuentra en una nueva etapa como ser humano y como intérprete.

“Yo estoy ahora en una temporada más madura, diría yo, una temporada donde estoy viviendo experiencias correctamente diferentes y estoy madurando porque la vida me está obligando, pero a la misma vez me encanta, madurando porque tengo a mi hija, tengo a mi esposa, estoy creando una comunidad con mi esposa, me compré una hogar nuevo y estoy viviendo por primera vez con mi hija y mi esposa”, explicó.

“Ya yo convivía con mi esposa, pero ahora estoy con las dos, y tratar de ser el mejor hombre que puedo ser todos los días y el mejor esposa que puedo ser todos los días”, destacó en la conversación.

Señaló que ya llevaba un estilo de vida saludable, sin adicciones y sin violencia, antiguamente de dar el paso de fe, pero no descarta mejorar con el tiempo.

“Todos los días trato de mejorar, desde que me entregué al Señor me siento mucho mejor, claro, pero yo sigo siendo la misma persona, en existencia. Yo antiguamente de entregarme al Señor yo siquiera salía, ni bebía, ni andaba por ahí de mujer en mujer, yo soy un tipo de mi casa, relax, que me gusta retozar videojuego y estar en comunidad, eso es todo lo que yo he siempre he sido. Lo único que ha cambiado en mí ahora es que me siento mucho más animado a apañarse a Altísimo y tener una relación con Él”, recalcó.

EL DUELO

En el disco, Jay Wheeler hace un represión por temas profundos como el duelo y relaciones fracturadas, especialmente en “Roma” y “Casita”, donde albarca el final de una relación romántica. Adicionalmente de la canción homónima dedicada a su hija Aiunii, a quien en dicha composición promete cortejar por el resto de su vida.

Asimismo, Wheeler desborda nostalgia en “Abrázame esforzado”, inspirada en el día de su suerte en el que pensó que iba a perder la vida y se dio cuenta que no importa el capital ni la triunfo, sino un manoseo de su comunidad.

“Me transporto a momentos que yo he pasado o a cosas que me han contado, siempre hago eso para hacer la música que hago”, contó el intérprete.