
Desacato a la perspicacia.- La atrevimiento del TSE de suspender, de forma provisional, la reunión del Comité Político donde se definiría el mecanismo y la plazo de selección del solicitante a la candidatura presidencial para el 2028, es considerada una vencimiento de los presidenciables del partido morado que se oponen a que se anticipe esa escogencia porque se violaría la Ley Electoral, pero mas que nulo porque, según alegan, se negociación de una maniobra del danilismo, mayoría en los órganos de dirección, para imponer el candidato privilegiado del expresidente de la república: Francisco Javier García. Esa atrevimiento además representa, por razones obvias, una vencimiento política para los que en el PLD se han opuesto a que se repita el mismo error del proceso electoral pasado y sus desastrosos resultados.
Pero el danilismo, que se está jugando el control de la estructura, no va a dar marcha a espaldas aunque tenga que desacatar la sentencia del TSE y retornar a burlarse de los plazos electorales. Que es lo que acaba de anunciar, con mas ganas de enredar las cosas que de aclararlas, el diputado Danilo Díaz, quien subestima la inteligencia de sus compañeros de partido que se niegan a participar en esa encerrona, pero además del resto del país, que nunca ha sido tan tonto como algunos peledeístas siguen creyendo.
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Según el parlamentario, la dirección política del PLD no ha podrido el calendario para escoger su candidato presidencial, que será en el 2027 como manda la ley, sino que “identificará”, mediante consulta interna, un solicitante presidencial que pueda aglutinar las fuerzas internas del partido. Es proponer, lo mismo que se hizo en el 2023, solo que esta vez se anuncia con la dosis de cinismo necesaria del que sabe que no será sencillo retornar a engañar, con el mismo historia, a la JCE y a sus compañeros de partido. Y mucho menos a una sociedad a la que, como ya se demostró en las pasadas elecciones, no convencen ni seducen la simulación y la mentira que los peledeístas convirtieron en virtudes en sus primaveras de poder y gusto.