
Según informó la Policía Doméstico en Puerto Plata, la zagal tiene dos denuncias y en las próximas horas un mediador emitiría una orden de arresto contra la zagal
Varias personas en la provincia Puerto Plata denunciaron que una zagal, identificada como Rainielis Alfonsina Pascual Lópezes la supuesta responsable de múltiples actos delictivos relacionados con el robo de pertenencias y el uso fraudulento de tarjetas bancarias.
Las denuncias apuntan a que la zagal no solo habría cometido los hechos en espacios privados, como iglesias y negocios, sino que todavía arrastra un historial profesional afectado por quejas similares.
Según contó al folleto Hoy Fred Saldaña, hermano de Nicol —una de las más recientes víctimas—, Alfonsina trabajó en las empresas Tasty y Spotland, donde fue despedida por presuntos robos internos, lo que lo llevó a la conclusión de que la señalada es reincidente en esos tipos de actos delictivos.
Recientemente, según lo que afirmó Saldaña, Alfonsina es señalada por el robo de tarjetas bancarias que fueron utilizadas para realizar transacciones por más de RD$50,000, siempre en el mismo establecimiento: en un colmado que tiene por nombre Juan, que funciona como subagente en la citada demarcación, aunque no especificó el emplazamiento.
El folleto Hoy constató que tanto la Fiscalía de Puerto Plata como la Policía Doméstico están en un proceso de investigación y en las próximas horas se emitiría una orden de arresto para que la zagal responda por las acusaciones.
¿Cómo se ganó la confianza?
Saldaña dijo, por otra parte, que la presunta delincuente usa dos nombres para evitar ser fácilmente identificada. «Mi hermana tiene un centro de uñas y ella es cliente de mi hermana. Ella le dijo a mi hermana que quería ir a la iglesia porque no se sentía proporcionadamente. Cuando fueron, a mi hermana la llaman desde exterior para que mueva el transporte. Cuando mi hermana regresa, se sienta común. OK. Al otro día, mi hermana ve la notificación de que le habían deteriorado 22 mil pesos a las 8:30 de la indeterminación, pero a esa hora ella estaba en la iglesia», narró.
Añadió: «Lo que ella hace es avisar a su cónyuge y preguntarle si fue él, y él le dice que no. Al final de cuenta, llamaron al porción, pero el porción le dijo que no había forma de demostrar que no fue ella; pero ella le dijo que no fue ella. Eso fue el 10 de abril, pero mi hermana no podía culparla a ella (Alfonsina), porque no tenía pruebas».
El zagal narró que supo de lo sucedido a su hermana a través de una amiga que todavía había sido víctima del robo de dos tarjetas, de las cuales le sustrajeron más de RD$30,000, usando el mismo sistema de subagente en un colmado. «Y cuando te robaron, ¿quién estaba ahí?», preguntó Saldaña. Su amiga le respondió que yuxtapuesto a ella estaba una zagal que «es clienta de tu hermana; Nicol la conoce». Una respuesta que dio a emplazamiento a una amplia investigación y revisión de cámaras de seguridad para determinar que se comercio de Alfonsina.