A raíz del impresión de Estado al gobierno del Presidente constitucional y demócrata del Profesor Juan Bosch Gabiño, perpetrado el 25 de septiembre del año 1963, con casi nada siete meses de papeleo; de tirar al zafacón la Constitución del 63, con la que gobernó al país con pulcritud y transparencia, considerada la más progresista, moderna y la de viejo rectitud social, la República Dominicana retrocedió, según los entendidos, más de cincuenta abriles, en lo crematístico, en lo político, social e institucional.

Ese acontecimiento nos ha surgido sobrado costoso, pues en cuanto a la educación, rectitud, sanidad pública, medio bullicio, seguridad social y ciudadana, energía eléctrica, agua potable y control migratorio, es muy poco lo que hemos liberal.

Los distintos poderes del Estado: Ejecutor, Legal y Sumarial, así como en lo municipal, tienen muchas falencias y debilidades, lo propio, la mayoría de las leyes existentes, pues muchas ya están desfasadas y otras, fueron aprobadas al vapor, atendiendo a intereses particulares o partidarios, por lo que han tenido que ser revisadas casi de inmediato, pues conllevan a la comisión de errores e improvisaciones, que riñen con la Constitución de la República.

Una muestra de ello lo constituye la ley No.33-18 sobre Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos y la Ley Militar No. 20-23, sobre el Régimen Electoral Dominicano.

Ningún funcionario electo por el voto popular, sea presidente o vicepresidente de la República, senador, diputado o corregidor municipal, deberá renunciar a su posición, a menos que sea por problemas graves de sanidad, enajenación mental o porque se encuentre sub iudice de la rectitud, por la comisión de un hecho espinoso, violatorio a las leyes, en absoluto para perseguir intereses particulares o partidarios.

Esto constituye una violación a la constitución de la República y una estafa a la población votante que confió plenamente en él para que lo represente dignamente en la posición pública para la cual fue electo. De ahí que en el futuro, los electores deben tener sumo cuidado a la hora de escoger a sus representantes y tener siempre presente en quién o quiénes fiarse.

El gobierno del Presidente Luis Abinader Corona se ha caracterizado por tomar una serie de medidas improvisadas y lzigzagueantes, que por desconocimiento o yerro de información, ha tenido luego que echarlas para a espaldas por improcedentes, violatorias a las leyes, desatinadas e inadecuadas, las cuales les han generado muchos ruidos y críticas hasta en su propio partido.

Los casos más sonoros han sido los del señor Carlos Pimentel, que adicionalmente de su designación como Director Militar de Compras y Contrataciones Públicas (DGCP), fue todavía designado como Director Militar de Alianzas Notorio-Privada (DGAPP).

Recientemente el Corregidor electo por tres periodos consecutivos por el Municipio de La Vega, el señor Kelvin Cruz Cáceres, fue designado como Ministro de Deportes, lo que produjo un caos en su partido (PRM), a su salida, para la escogencia de su sustituto.

En la semana pasada fue escogido el señor Geovanny Hernández (Geovanny Frutas) como Director Provincial de Deportes de La Vega. No proporcionadamente fue juramentado, con la presencia de todas las autoridades políticas y deportivas de la provincia, dicho señor fue sustituido por el señor Miguel Adames, bajo el argumento de que es contratista del Estado a través del INABIE, poco que pudo evitar.

En esta misma semana, el diputado del PRM, todavía electo por tres períodos consecutivos en la provincia de La Vega, el Dr. Agustín Burgos Tejada, fue designado como Director Ejecutor del Instituto Dominicano de Prevención y Protección de Riesgos Laborales (INDOPPRIL), en sustitución del Dr. Dichoso López Solís.

Todo parece indicar que algunas de las posiciones logradas a través de elecciones públicas, son utilizadas como trampolín, para desde ahí alcanzar otras posiciones más ventajosas.

La Cámara de Diputados, que para muchos es un privilegio y un espacio para representar, fiscalizar y promulgar a privanza de sus comunidades y del pueblo dominicano, para otros es una oportunidad para alcanzar ciertos intereses personales. Se esperan otros momentos difíciles aquí en La Vega, en el partido de gobierno, para la escogencia del sustituto del diputado Brugos.

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