
Madrid, 23 de Abril (EFE).- La incidencia del cáncer colorrectal entre adultos jóvenes se ha multiplicado durante los últimos vigésimo abriles sin que se sepa por qué, pero un equipo internacional de investigadores ha descubierto ahora que ese aumento se podría deber a una infección bacteriana durante la comienzo.
Fruto de un plan internacional en el que han colaborado la Universidad de California en San Diego, el Wellcome Sanger Institute (Reino Unido) y la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Ordenamiento Mundial de la Salubridad, los investigadores han podido desvelar que la exposición durante la infancia a una toxina bacteriana podría estar desencadenando esa avenida de cáncer colorrectal entre los jóvenes.
Hoy publican los resultados de su trabajo en la revista Nature. El trabajo fue liderado por la Universidad de California y el primer firmante del mismo es el investigador castellano Marcos Díaz Gay, quien completó en esa institución académica sus estudios de doctorado y en la presente dirige el Reunión de Genómica Digital del Centro Doméstico de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
El cáncer colorrectal se considera una enfermedad asociada al envejecimiento, pero su incidencia en adultos menores de 50 abriles se ha duplicado aproximadamente cada decenio en los últimos 20 abriles en diversos países de todo el mundo, y los investigadores han señalado ahora a la toxina bacteriana ‘colibactina’ como posible culpable de este aumento.
Una toxina producida por la Escherichia coli
La ‘colibactina’ es una toxina producida por algunas cepas de ‘Escherichia coli’, una de las múltiples bacterias que pueblan el colon y el justiciero, y tiene la capacidad de alterar el ADN de las células, ha detallado el CNIO, y ha precisado que el hallazgo revela que la exposición a esa toxina en la primera infancia imprime una firma genética distinta en el ADN de las células del colon.
El resultado se podio en un prospección computacional de mutaciones genéticas, y es el primero que demuestra un aumento sustancial de las mutaciones relacionadas con esa toxina en los casos de cáncer colorrectal en menores de 50 abriles, pero plantea interrogantes que los investigadores aún no pueden replicar, entre ellas cómo ocurre la infección de las bacterias productoras de colibactina y cómo evitarla o combatirla.
La investigación publicada hoy ha revelado incluso que hay ciertas ‘firmas mutacionales’ especialmente frecuentes en cánceres colorrectales de algunos países, en particular Argentina, Brasil, Colombia, Rusia y Tailandia, lo que sugiere que la exposición ambiental específico incluso puede contribuir al cáncer, aunque se desconoce aún a qué factores.
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Por ello, el investigador castellano ha registrado que es posible que las causas varíen de un país a otro, lo que abriría la puerta a estrategias de prevención específicas para cada región.
La principal causa de crimen entre adultos jóvenes en 2030
Los resultados de esta investigación han revelado que los artículos nocivos de esa toxina empiezan pronto, ya que las mutaciones asociadas a la misma surgen en una período temprana del exposición tumoral, lo que coincide con estudios previos que muestran que tales mutaciones se producen en los primeros 10 abriles de vida.
Los investigadores han registrado que si determinado adquiere una de estas mutaciones impulsoras a los 10 abriles, el exposición del cáncer colorrectal se podría aventajar décadas, y una persona podría padecerlo a los 40 abriles en sitio de a los 60.
Las implicaciones de este trabajo son muy relevantes, han destacado los científicos, porque si la tendencia contemporáneo se mantiene, el cáncer colorrectal podría ser la principal causa de crimen por cáncer en adultos jóvenes en 2030.
Hasta ahora se desconocía la causa de este aumento, ya que los jóvenes con cáncer colorrectal no suelen tener referencias familiares y presentan pocos factores de aventura conocidos, como la obesidad o la hipertensión, lo que ha hecho agenciárselas posibles causas entre posibles carcinógenos ambientales o infecciones microbianas.
De hecho, los investigadores no se centraron al inicio en el cáncer colorrectal de aparición temprana, sino que tenían como objetivo examinar los patrones mundiales de ese tipo de cáncer para entender por qué algunos países tienen tasas mucho más altas que otros.
Pero a medida que profundizaron en los datos, los investigadores comprobaron que uno de los hallazgos más llamativos fue la frecuencia con la que las mutaciones relacionadas con esa toxina bacteriana aparecían en los casos de aparición temprana, y llegaron así a las conclusiones que hoy publica la revista Nature. EFE
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