Redacción Internacional.- El común de la Compañía de Jesús, padre Arturo Sosaen una conversación con periodistas para memorar a su hermano Pontífice: «No intentó complacer a todos ni determinar su desempeño con almohadilla en un índice de popularidad. Lo importante era escucharnos, dialogar con la complejidad de la existencia, discernir. Seguiremos poniéndonos al servicio, conscientes de que el Cónclave está llamado a designar al Sucesor de Pedro, no al Sucesor de Francisco».

La “memoria agradecida” del primer Pontífice jesuita, sus relaciones con la Compañía fundada por Ignacio de Loyola y el representante de Francisco para sus hermanos, las peculiaridades que han caracterizado el gobierno del Sucesor de Pedro y las prioridades apostólicas en las que la Iglesia está llamamiento a comprometerse en el futuro.

Estos son los temas abordados por el Común de la Congregación, Padre Arturo Sosa SJ, esta mañana, 24 de abril, en la Curia Común de Borgo Santo Spirito, a dos pasos de la Monumento Vaticana, donde desde ayer el río de fieles sigue sin cesar para presentar sus últimos respetos al cuerpo del Papa difunto.

Un hombre de Jehová que sabía que no le agradaría a todo el mundo.

«Toda región extranjera es nuestra pueblo y, sin incautación, toda pueblo es una tierra extranjera para nosotros (…) Abran nuestros luceros y nuestros corazones para que cada choque con los necesitados se convierta en un choque con Jesús».

La oración final, leída por el Secretario Común de la Compañía de Jesús, Padre Antoine Kerhuel SJdel mensaje del Papa Francisco para la 110 Recorrido Mundial del Migrante y del Refugiado 2024,  abrió el choque con los periodistas.

En su comienzo, antiguamente del diálogo con la prensa mundial, el común venezolano quiso destacar a Francisco como un efectivo «hombre de Jehová» que «no buscaba deleitar a todos —precisó— ni determinar su desempeño con almohadilla en un índice de popularidad. Asimilando el Evangelio de Jesús y extrayendo conclusiones de la historia de hombres y mujeres de Jehová que se convierten en profetas, santos…, sabía que sus acciones y decisiones no agradarían a todos. Lo importante era escucharnos, dialogar con la complejidad de la existencia, escrutar los signos de los tiempos y, en la oración, en amistad con su Señor, discernir lo que más convenía en cada momento».

El Cónclave elige al sucesor de Pedro, no de Francisco

Sosa, que había dejado claro de antemano que haría comentarios sobre el futuro pontífice sólo posteriormente de la comicios, quiso sin incautación subrayar que «el Cónclave se reúne para designar al sucesor de Pedro, no al sucesor de Francisco». Y añadió: «Todo Papa es predilecto para apoderarse las sandalias del pescador»; El voto de obediencia al Papa, peculiaridad de los jesuitas desde el principio, continuará indiscutiblemente y sea cual sea la figura elegida. «Buscamos a un hombre de Jehová. Y nos pondremos a su servicio»respondió a la primera pregunta sobre las cualidades que debía tener el sucesor.

E insistió en una característica que, según él, debería tener quien esté llamado a regir la Iglesia: “Que tenga una visión universal, lo que no quiere afirmar, una visión internacional”.

No se comercio de tener un enfoque corporativo multinacional, aclaró, se comercio de tener una perspectiva que apunte a investigar las diferenciasincluidas las experiencias religiosas, en el mundo. Porque “las diferencias no son barreras sino una riqueza”. Destacó su importancia «en un mundo donde la universalidad está en peligro».

El salón de la Curia Común de los Jesuitas: Papa reformador en la raya ya indicada por el Vaticano II

El Papa era «una persona ordinario»sobre todo entre los jesuitas con quienes se sentía muy escapado, dijo el padre Sosa, quien recordó cómo Francisco reconocía sin problemas sus propios límites. Tenía el don de la audición y la franqueza.

Era una persona con la que se podía discrepar. Se podía dialogar, de modo que las decisiones, en última instancia, eran el resultado de escuchar. Experto del discernimiento ignaciano, tomó muchas decisiones a lo liberal de su pontificado escuchando al Espíritu a través de las personas.

El significado de Papa reformador, según el padre Sosa, debe considerarse en el contexto del ámbito reformista indicado por el Concilio Vaticano II, que él tomó muy en serio. Inició procesos sabiendo que no vería los resultados completos.

Ciertamente, observó Sosa, la Iglesia ha renovador, además en el tema de la prevención de los abusos, por ejemplo, desde el momento de la comicios del Papa, teniendo en cuenta que el camino no se mide en raya recta, sino que siempre tiene algunas tortuosidades.

La esperanza es que persevere en la dirección de valuar a los laicos y a las mujeres. Y nuevamente se exploró el papel del discernimiento, tan central en la vida del Papa, que fue una vida de oración. Si no hubiera sido así, incluso el discernimiento habría sido en vano. A veces vemos que fue un Papa de sorpresas. Creo que él además vivió situaciones inesperadas, y el discernimiento le permitió tomar decisiones importantes. Lo vimos en el proceso sinodal.

La Compañía de Jesús llamamiento a arraigarse en su carisma

Hubo espacio para más de una sucedido que Sosa contó volviendo a aquella comicios que se desarrolló mientras él estaba en Venezuela. Pensó: «¿El nombre Francisco? Será en honor al jesuita San Francisco Javier, o a San Francisco de Borja, además jesuita…».

La narración al santo de Asís era un tanto desconcertante, pero ya confirmaba esa visión universal que iba mucho más allá de los horizontes de la orden a la que pertenecía. El vínculo con los jesuitas siempre ha sido muy robusto, tanto que en cada alucinación católico había un choque puntual con la comunidad jesuita presente en los países visitados.

El Papa nunca ha ocultado su identidad de jesuita pero «esto no significa pertenecer a una ‘raza’es simplemente un modo de pertenecer a la Iglesiaexplica el común», en definitiva no se comercio de un trazo sectario.

«Creo que la Compañía sale mucho más interpelada tras la homicidio del Papallamamiento a ser muy profundamente arraigada en su carisma, mucho más Sociedad, en esencia», en el sentido de que está invitada a mostrar siempre y en todas partes el rostro de Jehová, pues de lo contrario las acciones de catequesis sirven de poco.

Algunos periodistas se aventuraron a preguntar sobre la posibilidad de iniciar el proceso de canonización del Papa. Sosa es muy cauto, confía en el tiempo y en la maduración de una devoción popular que es un «hábitat importante» en este ámbito.

Insistir en la prioridad de la paz

Además se le preguntó al Padre Sosa, a la luz del camino predicador en China iniciado por los jesuitas con Matteo Ricci y compañeros, si, en su opinión, el acuerdo de la Santa Sede con la República Popular China podrá avanzar: «Espero que sí. El Papa se ha comprometido mucho con esto. Hoy en China tenemos una Iglesia capaz de estar presente en la vida cotidiana. Una existencia muy pequeña, pero viva».

Según Sosa, con “la reflexión y prudencia de los tiempos” seguiremos avanzando. Cómo sale de esto el pontificado de Jorge Mario Bergoglio respecto a posiciones de Francisco consideradas tibias por algunos observadores –como es el caso por ejemplo en el contexto de Nicaragua o Venezuela– es otra pregunta dirigida al común de la Compañía, quien respondió considerando que la cuestión no es «si dar o no una medalla a Francisco sino formarse de los posibles errores o deficiencias».

No se comercio pues de «salvarlo o señalarlo con el dedo», sino de formarse mirando al futuro. «Paz, paz, paz». El padre Sosa repitió esto tres veces a un periodista birmano que le preguntó cuál era el representante más urgente que había que poner en experiencia hoy. «El mundo necesita paz, debemos construirla nosotros».