
Santo Domingo.- Las mesas técnicas del plan de influencia de la Hoja de Ruta de Centroamérica y República Dominicana firmada en Washington con el objetivo de evitar el tráfico y la proliferación ilícita de armas, municiones y explosivos comenzaron en Santo Domingo, informó este jueves el Ocupación dominicano de Interior y Policía.
De acuerdo con un comunicado ministerial, en el disputa, en el que participaron autoridades y representantes de la Ordenamiento de Estados Americanos (OEA), se buscó articular esfuerzos con políticas alineadas que contribuyan al fortalecimiento institucional en la región y, por consiguiente, a la seguridad doméstico y ciudadana.
La táctica -adoptada el 12 de febrero pasado y que será implementada entre 2025 y 2035, con una revisión en 2030- involucra a República Dominicana, Costa Rica, Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá y se cimiento en cuatro ejes- fortalecimiento normativo y coordinación interinstitucional, prevención de la violencia con armas de fuego; papeleo del ciclo de vida de armas, municiones y accesorios, e investigación y persecución penal del tráfico y uso ilícito de estos materiales, explicó la ministra dominicana de Interior, Faride Raful.
Se pretenden modernizar marcos legales, evitar desvíosmejorar los controles fronterizos y promover políticas que integren el control de armas con estrategias de expansión.
Según Raful, “sabemos y reconocemos que el crimen transnacional de todo tipo y todo lo que involucra no conoce fronteras, nosotros incluso debemos no conocer las fronteras y colaborar en información».
Centroamérica, recordaron los asistentes al evento, registró la tasa de homicidios más suscripción del mundo en 2022, cuatro de cada cinco cometidos con armas de fuego, en su mayoría de origen ilícito.
Por su parte, Esteban de la Torre, representante de la OEA, destacó la posibilidad que se abre para afrontar los principales desafíos e interrumpir el ciclo de la violencia armada- “Sabemos que requiere no solo políticas de control, paquete y persecución penal, sino atención a los factores de peligro y el fortalecimiento del tejido social y comunitario, en el situación de estrategias con propuestas coordinadas y fundamentadas en el respeto a los derechos humanos”, dijo.
En el mismo sentido, Julia Sánchez, coordinadora residente del organismo en el país, afirmó que “el control de las armas no puede un país controlarlo ni manejarlo solo, requiere una colaboración y mecanismos multilaterales que deben trabajarse con los demás países para ganar un impacto regional».