
Santo Domingo.- Cientos de velones, fotografías de los fallecidos y un mensaje que anuncia que en el Jet Set se apagó la luz de 233 vidas, se mantienen como un recordatorio constante de la tragedia. Las personas que continúan acudiendo al altar en memoria de las víctimas evidencian que el dolor por el desastre sigue tan velado como el primer día.
Las secuelas del desplome además han afectado a comerciantes ubicados en las inmediaciones de la zona cero. Joan Gutiérrez, propietario de un salón de belleza, asegura que la cantidad de clientes ha disminuido considerablemente. «Hay personas que han dejado hasta de venir, solamente se sienten incómodos, mal. Puedes ver que todo está paulatino, no solamente a nosotros, sino en toda la zona, en todo lo que tiene que ver con el negocio de comida,» expresó.
Otros negocios como papelerías, barberías y tiendas de accesorios para celulares, ubicados en la plaza contigua a las ruinas de la que fue una de las discotecas más importantes del país, prefieren no dar declaraciones a la prensa, pero reconocen que sus ventas han sido mínimas. Algunos clientes habituales mencionaron que ya no frecuentan la zona correcto al tráfico y al flujo constante de personas que acuden a rendir homenaje a las víctimas.
El altar en memoria de las 233 víctimas mortales sigue recibiendo a decenas de personas, incluso extranjeros, en solidaridad con las familias afectadas. Este sábado, varios negocios permanecían cerrados. Los comerciantes esperan que en los próximos días sus ventas mejoren; de lo contrario, aseguran que se verán obligados a apañarse alternativas para sostenerse.