
Con una inversión de US$200 millones, Colección Ramos se prepara para cascar 20 nuevas tiendas durante el año fiscal 2025-2026, de las cuales dos ya fueron inauguradas a principios de este año: una en Boca Chica y otra en Navarrete.
Estas aperturas responden a la logística de expansión que la empresa ha trazado de cara al 2030, la cual contempla la transigencia de 200 establecimientos bajo sus Maquinaria de formación, Sirena Y Multiplazay cubrir el paraje doméstico.
Así lo informó su presidente ejecutor, Iván Mejíaquien destacó que la empresa, que en junio celebra 60 primaveras en el mercado, cuenta actualmente con 85 tiendas distribuidas en 17 provincias: 38 Sirena, 44 Aprezio y tres Multiplaza. Estas reciben rodeando de 65 millones de visitas al año y generan más de 8,000 empleos directos.
De acuerdo con Mejía, la meta de Colección Ramos es “acercarse a más comunidades y contribuir con la progreso de su calidad de vida”. Agregó que “más allá de los números, se comercio de crecer con propósito y cumplir con la promesa de variar vidas, ofreciendo mejores experiencias y adaptándonos a los tiempos”.
El ejecutor indicó que el asociación seguirá apostando por la República Dominicanaa pesar de desafíos como la errata de titulación de terrenos y la competencia desleal.
Mejía igualmente informó que los volúmenes de ventas de Colección Ramos superan los US$1,000 millones al año y reafirmó el compromiso de la empresa con la industria y los productores locales.
Como parte de su visión al 2030, seguirán posicionando sus marcas propias: Buenhorno (panadería y pastelería), Zerca y Wala (productos de consumo), Attico (artículos para el hogar), Master Cut (carnes), entre otros.
Competencia desleal
Uno de los temas abordados por Mejía fue la importancia de combatir la competencia desleal. Señaló que su postura está alineada con la de la Ordenamiento Doméstico de Empresas Comerciales (ONEC), de la cual Colección Ramos es miembro.
“Nosotros creemos fielmente en la desenvuelto competencia. ¿Por qué? Porque si no creyéramos en ella, estaríamos en el sector erróneo”, afirmó. “Lo único que exigimos es que haya reglas claras y que se apliquen por igual para todos”.
Agregó que, para tener un mercado verdaderamente competitivo, es necesario que las normas no sean negociables y se apliquen sin distinción. “Cuando las reglas dejan de ser iguales para todos, no importa ni el maniquí ni la institución; al final, quien resulta afectada es la mayoría”, advirtió.
Todavía resaltó la carestia de políticas públicas que ofrezcan seguridad jurídica a los inversionistas. “Se requiere sazón oficial y coherencia en el acelerar del Estado, que muchas veces actúa centralizado en unos aspectos y descentralizado en otros”.
Señaló que esta errata de semejanza en la papeleo pública se convierte en una barrera para la expansión. “Hay instituciones que actúan de modo diferente en los pueblos que en la haber”.