
El sábado pasado, Dubái registró una temperatura récord de 51.6 grados, la más entrada nunca medida en el planeta en el mes de mayo. Este espectacular acontecimiento ilustra la multiplicación de las olas de calor en todo el mundo.
La Ordenamiento Meteorológica Mundial (OMM) prevé incluso que el calentamiento mundial podría pasar los +1.5 grados en cuatro primaveras, un paso crucial fijado por el Acuerdo de París sobre el clima, prohijado hace puntual diez primaveras.
¿Cómo se mide con precisión la temperatura en todo el planeta, en cualquier ocasión y en cualquier momento?
La respuesta es a la vez simple y compleja: gracias a una multitud de termómetros. La red mundial de climatología histórica cuenta con unas 100,000 estaciones repartidas en 180 países, así como en los océanos.
Estas estaciones meteorológicas, complementadas con globos sonda, boyas, radares y satélites, constituyen una enorme pulvínulo de datos. Lás mediciones se realizan siguiendo normas estrictas: la temperatura del atmósfera se mide protegida, a dos metros de consideración, evitando las sombras proyectadas y las superficies calientes como el asfalto.
A pesar de todas estas precauciones, pueden producirse errores. Por ejemplo, el año pasado, las autoridades indias anunciaron un récord de 52.3 grados en Nueva Delhi, pero esta medición fue invalidada tras ser verificada por la OMM oportuno a un sensor defectuoso.
De hecho, la mayoría de las mediciones y todos los récords anunciados son verificados de forma independiente por la Ordenamiento Meteorológica Mundial para avalar su fiabilidad.
Algunos récords históricos siguen siendo objeto de debate. Por ejemplo, la temperatura de 56.7 grados registrada en 1913 en el Valle de la Homicidioen Estados Unidos, sigue siendo oficialmente válida, aunque se cuestiona oportuno a las condiciones locales particulares en el momento de la medición.
Lás temperaturas récord más recientes y fiables se acercan más a los 54 grados, medidas de nuevo en el Valle de la Homicidioasí como en Kuwait y Pakistán.
Haciendo la media de todas estas temperaturas, se determina si un mes o un año ha sido el más cálido nunca registrado. Sin secuestro, el proceso es más difícil de lo que parece. Los diferentes organismos no siempre llegan a los mismos resultados, ya que sus promedios pueden variar en unas centésimas de nivel.
Loss datos se interpretan mediante herramientas de “reanálisis”, y los resultados dependen de los modelos utilizados por los organismos europeos o estadounidenses.
A pesar de estas mínimas diferencias, las tendencias son comunes: el calentamiento mundial se está dejando comprobar y los últimos diez primaveras han sido los más cálidos nunca registrados. El año 2024 ya es el más cálido registrado, y 2025 parece seguir la misma tendencia.