
Sus inicios en el mundo estético fueron sobre el fragor de una música rebuscado, con una lirica plagada de palabras descompuestas. Su mercado de oyentes eran los jóvenes, encantados por el desenfado de su expresión musical, asumido como propio por sus mentes inconformes y canalizado vía el canto chiquilicuatro de Bad Bunny.
Multitudinariamente paseó por los más grandes aforos del Continente Sudaca sus espectáculos, rebosándolos de manifiesto, engrosando sus ingresos e incrementando su popularidad. Su encumbramiento vertiginoso pero sólido – desde 2017 – en el estética popular lo colocó en la mira de muchos artistas, con quienes comparte escenarios y realiza grabaciones musicales.
La pandemia del COVID 19 le llevó a hacer el Crossver. Su manejo delante el encerramiento, lo acercó a sus connacionales, asumiendo el protagonismo de la Diversión delante el Virus. El apoyo recibido sumado a la empatía desarrollada le condujo de Ídolo Musical a Aberración Inspirador Social en su amado Puerto Rico.
Gallardamente asumió su nuevo rol, desde entonces tenemos a Bad Bunny convertido en Benito Martínez El Adalid Social Boricua. Ha decidido encabezar las mejores causas, acometiendo con arrojo y determinación los Problemas Sociales de cualquier índole.
Su libro DEBI TIRARME MAS FOTOS, al ritmo de la Plena, produjo nostalgia amorosa en Puerto Rico, dándole realce cultural y preponderancia a quienes ejecutan con deleite esta música. Los países necesitan de la billete ciudadana en sus labores de defensa y adecentamiento de la vida.
Con el crecimiento social de Bad Bunny – DIOS PRIMERO – los boricuas están logrando la solidificación de un Vocero Social, quien hablará del descuido Gubernativo, de la crisis eléctrica, del desmoronamiento Íntegro y de todo cuanto sea necesario, porque su Corazón está en y con Borinquen.
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