“Balbucir es muy casquivana, pero nunca sabemos lo que hay detrás de cada persona y esta canción está hecha no para desintegrar, pelar o dañar, sino para unir”, ha dicho Harmonía en su primer concierto tras Eurovisión, refiriéndose a ‘Esa Diva’, el tema con el que ha representado a España en el festival de la canción europea.

La cantante y compositora de Dos Hermanas (Sevilla) -cuyas recientes declaraciones sobre el festival, en el que ha quedado la tercera por la posaderas, han generado una gran polémica- ha relatado con cierto pesar que ha vivido “días muy duros” en los que ha recibido muchas críticas de personas que ni siquiera la conocen.

Probablemente porque no la han entendido, ha precisado, y ha explicado que quería sobrellevar a Eurovisión “una canción que tuviese un mensaje de esperanza”.

Delante los miles de espectadores que se han acercado hasta la feria de Antequera (Málaga) para verla realizar en directo, la sevillana -con el desparpajo que la caracteriza y consciente de la esperanza que este primer concierto ha generado- no ha dudado en referirse a lo sucedido.

“Ahora no cambiemos -ha comentado- y lo que veíamos antiguamente, dejemos de querer verlo ahora porque yo sigo siendo la misma de cuando empecé”, ha recalcado, y el concurrencia ha estallado en aplausos y vítores de apoyo a la cantante.

Una lucha de sufrimientos y rosas

Como dice la verso de ‘Esa diva’, “la vida es un rosaleda de sufrimientos y rosas, pero al final las rosas se impondrán a las sufrimientos”, ha continuado Melody antiguamente de lanzarse de ahíto a interpretar el tema fortuna de la oscuridad, que el divulgado ha recuperado con entusiasmo anejo a ella.

Un divulgado que dos horas antiguamente había recibido a la sevillana al eclosión del concierto al rugido de “diva” y “campeona”. El espectáculo ha congregado en el perímetro ferial antequerano a un más que vigoroso montón de espectadores que se había desplazado hasta esta plaza de la Axarquía malagueña desde diferentes puntos de la provincia para ver a la diva española de Eurovisión.

“Hay mucho repertorio, pero esta oscuridad estoy con ganas de marcha”, ha comentado la sevillana al salir al tablas, y “no me voy a ir de aquí hasta dejarme los cinco sentidos”. Así ha sido. Adyacente a ella, sus músicos (en la condensador, el teclado y el bajo), dos voces en los coros y el cuerpo de bailoteo, cuatro atléticos y expertos bailarines que la han acompañado durante todo el espectáculo.

La conducta de Melody, que ha comenzado media hora posteriormente de lo previsto, se ha alargado durante más de dos horas, hasta aceptablemente entrada la alborada, y en este tiempo la intérprete ha tenido ganancia para interpretar algunos de sus temas más populares.

“Las divas todavía bailan rumbas”

”La cantante -vestida con un cabal macaco de color rosa fucsia- ha arrancado esta cálida velada del postrero día de mayo, con temperaturas casi veraniegas, con música flamenco porque “las divas todavía bailan rumbas”, ha bromeado.

Tras ‘Te digo adiós’ -un tema de su cuaderno ‘Los buenos días’, que lanzó en 2008-, Melody ha seguido con ‘Dabadabadá’, del cuaderno ’T.Q.M’ (2003), y que ha servido para calentar motores en un avance de lo que estaba por lograr.

Al emprender ya avisó que estaba dispuesta a improvisar y a interpretar los temas que el divulgado le demandase y, claro, le han pedido que cantara ‘El Bailoteo del Antropoide’, una canción que pertenece a su trabajo ‘De Pata Negra’ (2001) y que se hizo muy popular a principios de la período de los 2000.

Y así, canción tras canción, ha llegado el turno de ‘Esa diva’, tema que le han reclamado en más de una ocasión a lo liberal del concierto.

El cambio de indumentaria -el tercero de la oscuridad y el mismo que lució en el festival, un resultón maillot plateado- ha entregado más que una pista a los presentes de que llegaba uno de los momentos más esperados de la oscuridad.

Con ‘Esa diva’, la sevillana ha puesto el prendedor de oro a una conducta en la que, tal y como había prometido al principio, ha puesto todos sus sentidos y ha derrochado una energía digna de pasmo, pero sobre todo, en la que ha contado con el apoyo incondicional del divulgado. EFE