

El autor es economista . Reside en Santo Domingo
Por MARCELINO LARA
El maniquí financiero dominicano está dando muestra muy evidente de su agotamiento.
Hemos llegado al punto en que el flagrante maniquí ya no satisface ni a los trabajadores ni siquiera a los empresarios.
Este es un maniquí que necesita permanentemente de reformas fiscales para cubrir los déficits del sector conocido, pero que siquiera puede aumentar las recaudaciones impositivas porque la distracción ronda en promedio el 50% del total de los impuestos que debería cobrar el estado.
Esa insostenibilidad económica y financiera del maniquí flagrante, nos lleva a asegurar que parecería que el maniquí financiero dominicano ya está agonizando.
Cuando los empresarios de un país deciden despabilarse y obtener el poder político para ellos mismos dirigir la cosa pública, y de esa forma imponer sólo las políticas públicas que vayan en la dirección de certificar su elevada tasa de beneficio y sus actividades rentistas, es porque ya el maniquí financiero que le garantizaba todos esos beneficios haciéndolo a través de los políticos tradicionales, ya no le sirve.
Es lo que está sucediendo en la contemporaneidad con el patronal dominicano porque ya el maniquí financiero flagrante no le puede dar una respuesta capaz a sus deposición rentistas.
Acciones
Es por eso que deciden tomar de forma directa el poder político, para perdurar la flagrante estructura monopolica-oligopolica de mercado, obtener facilidades impositivas, frenar las reformas sociales, e incentivar las reformas fiscales, eliminar los subsidios que favorecen a los estratos más pobres de la sociedad, privatizar las empresas del estado, pero además los servicios públicos, amparar un conveniente Pacto Eléctrico, cuidar ellos mismos la Ley de Asociación Pública y Privada, y proponer la flexibilización sindical que implica eliminar la cesantía, y por supuesto, perdurar a niveles bajos los sueldos y salarios.
Y precisamente, los bajos salarios, es una de las variables más importante del maniquí financiero dominicano, que los empresarios están luchando por perdurar bajo control, como forma de extender la vida útil de dicho maniquí.
Con ese propósito es que han débil el movimiento sindical hasta conquistar, prácticamente, su desaparición, y en ese propósito han sido ayudados por el poder político. Y con ese mismo propósito es que pretenden hacer desaparecer la cesantía.
(Este artículo continuará)
Jpm-am
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