
El Presidente Luis Abinader ha respondido a la cúspide de un mandatario que rastreo proteger nuestra ciudadanía a costa de lo que sea. Las 15 medidas para contraponer la migración ilegal y respaldar la soberanía doméstico en presencia de la crisis haitiana, es poco que todos y sin mirar banderías políticas o credo religioso debemos aplaudir.
Por más que veamos que ciertas naciones de las llamadas del “primer mundo” estén dizque tratando de resolver la problemática en la vecina nación, para quien escribe estas líneas, eso no es más que una teatralidad para mitigar una situación que prácticamente se les ha saliente de control.
El liderazgo de esas naciones sabe perfectamente lo que hay que hacer con el tema de la inestabilidad haitiana y no lo hacen. El ex-policía y líder paramilitar haitiano, Jimmy Chérizier, mejor conocido como «Barbecue», ha hexaedro a demostrar y con fieros hechos, que tiene más fuerza que todas las naciones que unidas han penetrado a ese país para “consumir” con la situación imperante.
Para nadie es un secreto que a “Barbacue”, que dirige la “Grupo G9” y Aliados, y esta a su vez es una coalición formada por los 9 grupos pandilleros armados más poderosos de Haití con almohadilla supuestamente en Puerto Príncipe, lo están haciendo un héroe entre los de su clase. Eso es poco extremadamente peligroso no solo para los vecinos desprotegidos haitianos, sino asimismo para nuestro país que en un futuro a lo mejor no muy pasado, y de las cosas con este monstruo seguir como van, podríamos asimismo estar bajo el dominio visceral y el terror psicológico de ese señor. De ahí es que las medidas tomadas por el Presidente Abinader deben ser apoyadas por todos los sectores y sin excepción.
Ha hecho adecuadamente el Presidente Luis Abinader en establecer esas 15 medidas, las cuales y aunque algunas nos suenen dolorosas, pero son muy necesarias, para con ellas iniciar el proceso de protección efectivo de nuestro país.
Como país soberano, debemos establecer medidas que como estas tiendan a respetar nuestras leyes migratorias; es más, estas debieran ser mucho más contundentes, pues al paso que vamos, al tema no se le puede tratar con flojeras ni con ñoñerías, sobre todo, cuando en el panorama vemos que ciertos actores internacionales han volcado su atención de posibilidad a esa problemática vía la combinación de la isla.
Somos de pensamientos, que en vez de cuestionar cuantas acciones se han emprendido para que los dominicanos nos empoderemos del tema en cuestión, lo que el liderazgo de los partidos políticos, las organizaciones de almohadilla de nuestra sociedad, entiéndase los sindicatos, los empresarios serios de este país y todos aquellos a los que en verdad les duela nuestra ciudadanía, lo que deben hacer es, unir criterios y todos abrazarnos por la causa nacionalista para, y mediante unas estrategias muy adecuadamente planificadas sumarnos al gobierno con un plan a mediano y holgado plazo, en donde defendiendo primero los derechos humanos, pero sobre todo nuestra ciudadanía, crear bases profundas que finalmente nos puedan padecer por el camino más claro en pos del mantenimiento de nuestra soberanía, nuestra civilización, y la paz que hoy día y mientras tanto estamos respirando.