Nuestra Isla hispaniola se encuentra sobre la placa tectónica del Caribe, limitada al finalidad, adecuadamente cercana a nuestra costa, con la placa de América del Ártico, al sur la placa de América del Sur, al este la ciencia no ha definido si la descompostura es de una de las dos placas mencionadas y al oeste las placas de Nazca, situada en el poniente de América del Sur y la de Cocos, que bordea México y Centroamérica

Estas placas interactúan con la del Caribe y esas fronteras son de inscripción intensidad sísmica, tsunamis frecuentes y erupciones volcánicas, encima, el distrito dominicano presenta fallas geológicas como la Septentrional, la de Enriquillo, Ocoa y otras de beocio envergadura.

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El impacto de un temblor depende de la intensidad del movimiento y de la vulnerabilidad de las estructuras. Por ejemplo, el temblor del 12 de enero de 2010en Haití, de intensidad 7.0 grados Richter, fue devastador (más de 200 mil muertes) por la escaso calidad de las infraestructuras.

La isla tiene una historia de sismos de inscripción intensidad, como el de 1562 que destruyó a Santiago y La Vega; el de 1751, demoledor para Azua; en 1842, uno con epicentro en Punta Haitiano, afectó a Santiago y el 4 de agosto de 1946 un terremoto de intensidad 8.0 Richter afectó el país, provocó un tsunami que destruyó la comunidad de Matanzas, en María Trinidad Sánchez y se estima en dos mil los muertos. Es importante acotar que en los anteriores eventos, el país no tenía el nivel de colonia ni las grandes edificaciones.

Hace más de 40 abriles, prácticamente hasta su desaparición física, el ingeniero Rafael Corominas Pepínexsecretario de Obras Publicas (1978-1982), advertía de la vulnerabilidad de todas nuestras escuelas, las construidas antaño de contar con una norma para el diseño sísmico y las construidas con posterioridad. Fue en su mandato donde se produjo la primera norma para diseño sísmico y singladura.

Actualmente, la Oficina Franquista de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructuras y Edificaciones (Onesvie), bajo la dirección del prestigioso ingeniero Leonardo Reyes Maderaha realizado inspecciones a miles de escuelas y el diagnosis es el mismo que hace décadas advirtió Corominas.

En Puerto Plata, el 22 de septiembre de 2003 se produjo un temblor de intensidad 6.5 grados Richter y se derrumbaron dos escuelas y el edificio que alojaba las oficinas del bandada estatal, felizmente el engendro ocurrió en la alba y no hubo muertes.
Excepto de las escuelas, tenemos vulnerabilidades en hospitales, instalaciones deportivas con techos de arma blanca construidas hace décadas, oficinas públicas, iglesias, todas con inscripción densidad de usuarios.

Un estudio del Asiento Mundial estima que en un terremoto de intensidad 7.0-8.0 grados Richter, solo en las escuelas podríamos tener más de 300 mil muertes, si ocurre durante las clases.

En las edificaciones privadas la situación es más oneroso, porque tenemos edificios construidos antaño de la aplicación de las normas sísmicas para el diseño, pero, posterior a ellas, la decano parte de las edificaciones en provincias y barrios se construyeron sin los permisos, planos y una ejecución profesional.

Cada año que pasa, sin reforzar o derrumbar las edificaciones vulnerables, públicas y privadas, estamos irresponsablemente jugando contra las fuerzas telúricas. No olvidemos la tragedia del Jet Set, donde no hubo un temblor, sí negligencia e irresponsabilidad de muchos actores.