
Los francomacorisanos, duartianos y nordestanos, reinician las labores productivas, tras la celebración de la Semana Santa, que aún con todas las medidas preventivas de instituciones del Gobierno y entidades civiles, dejó un saldo por encima de una veintena de muertos.
Sin nadie que ver con el trágico resultado de la Semana Santa, ponemos atención a dos sentidas muertes, la del Papa Francisco y del Comandante Constitucionalista y dirigente de la Izquierda Dominicana, señor Eligio Antonio Blanco Peña (El Pai).
La partida a la otra vida del Papa Francisco, sin dudas, deja encima de la mesa importantes iniciativas con destino a dónde debe caminar la Iglesia Católica a auxilio de los más necesitados. Cerró sus fanales sin ver hecha existencia y sin respuestas a la sagacidad, su llamado a que los curas salieran a las calles y se bañaran con los problemas de los pueblos.
Asimismo y guardando la distancia, con la partida a la otra vida del señor Eligio Blanco (El Pai), deja en el “fondo del mar” su discurso de barrera implorando la dispositivo de los grupos de la Izquierda, para honrar e imitar a los héroes y mártires de la heroica Revolución Constitucionalista del 24 de abril de 1965.
De forma humilde nos unimos a quienes desde la Iglesia Católica y desde la fundación Caamaño, imploran paz a los restos del Papa Francisco y del Comandante Constitucionalista Eligio Blanco, sobrenombre El Pai.