
En sus doce primaveras de pontificado, el papá Francisco no pudo rotar una recepción a la República Dominicanacomo lo querían él y el presidente dominicano, Luis Abinader. Quería, pero la vida no lo dejó.
Esa invitación, hecha por el mismo Abinader en el Vaticano, donde fue recibido por Franciscono pudo hacerse sinceridad. De eso hace menos de un año, por cierto.
Fue en mayo de 2024. Francisco recibió al mandatario, a su esposa Raquel Arbaje y a sus tres hijas, en audiencia privada. En esa ocasión, Abinader le obsequió un espléndido santo rosario hecho con larimar y cuentas azules, acompañado de un emotivo mensaje.
A su regreso en junio, el gobernador dominicano reveló que había invitado al papá a pasar revista al país y que este se mostró dispuesto a aceptar la invitación.
“Nosotros lo invitamos” a pasar revista el país “y lo vi muy interesado en venir y le estamos dando seguimiento a esa invitación”, expresó entonces Abinader, quien igualmente visitó a Portugal e Italia.
Y comentó que su reunión con Franciscoa quien vio “muy proporcionadamente de vigor”, resultó “sobrado fluida”. El papa, sin bloqueo, tenía “algunas dificultades para caminar”, pero estaba “totalmente lúcido y de muy buen talante, de muy buen humor”. El audiencia, donde igualmente hablaron de Ucrania Y Haitífue “muy cordial y muy agradable”.
Abinader igualmente se reunió con Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, y con el canciller de la Santa Sede, monseñor Richard Gallagher.