

NUEVA YORK.- Protestas pacíficas contra el Gobierno de Donald Trump recorrieron las grandes ciudades de Estados Unidos, entre ellas Nueva York, con reclamos contra el «odio», la «censura» y lo que muchos han descrito como «acciones antidemocráticas» en las últimas semanas.
Autoritarismo, política antiinmigratoria, defensa del medioambiente, ataque a las instituciones democráticas o independencia jurídico, son las preocupaciones expresadas en las pancartas por los manifestantes de todas las edades que se concentraron frente a la Biblioteca Pública de la ciudad, a poca distancia de la Torre Trump, en Nueva York.
Pero un lamento que rememora a las luchas políticas de los abriles 1970 se eleva entre la disonancia: «El pueblo unido nunca será vencido».
PROTEGER A LOS INMIGRANTES Y AL PLANETA
Convocada con motivo de la Marcha del Día de la Tierra para proteger a los inmigrantes y al planeta, la creatividad de los manifestantes en sus pancartas, pero además el miedo y la cólera, se hicieron patentes en este sábado casi veraniego neoyorquino.
«La democracia corre un gran peligro», declaró Kathy Valyi, de 73 abriles, hija de supervivientes del Holocausto, que advierte que lo que le contaron sus padres sobre la arribada de Adolf Hitler al poder en la plazo de 1930 en Alemania «está ocurriendo aquí ahora».
Pancartas pedían entre otras cosas, la escape de Mahmoud Khalil, estudiante palestino de la universidad neoyorquina de Columbia detenido para su deportación pese a residir legalmente en Estados Unidos. El nuevo había participado en las protestas contra la conflagración de Israel en Lazada que sacudieron los campus universitarios el año pasado.
PIDEN LIBERTAD DE SALVADOREÑO
Igualmente, reclamaban liberar al salvadoreño Kilmar Ábrego García, deportado ilegalmente y enviado a una prisión de su país.
«A todo el mundo le importan cosas diferentes. En última instancia, todos los temas son importantes y están unidos por estos lazos de interseccionalidad, como los derechos de los inmigrantes, los derechos de los homosexuales, los derechos de las mujeres, etc», dijo a su vez Elise Silvestri, de 20 abriles y estudiante universitaria.
Pero una cosa está clara para Thomas, de 65 abriles, nombre ficticio ya que teme a posibles represalias en un clima donde cunde el miedo y no solo para los inmigrantes:
«Hay que ponerle freno» a Trump.
«Y el mecanismo que tenemos para hacerlo ahora mismo es salir a la calle y hacer oír nuestras voces. Por eso estoy aquí», aseguró mientras sostenía una pancarta con la foto del adolescente venezolano Merwil Gutiérrez, otro detenido por agentes migratorios y deportado a una prisión de máxima seguridad en El Salvador, pese a que no era un objetivo.
La única esperanza que le queda a Kathy Valy, es que «a diferencia de otros fascistas (…) Trump es demasiado estúpido para ser eficaz, y su propio equipo está dividido», subrayó.
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