
Tenía que aparecer el día. El Barça, tarde o temprano, debía probarse sin el temperamento de Lamine Yamal. Retar sin el futbolista más desequilibrante del planeta era renunciar al as bajo la manga, a la encanto que siempre ofrece una salida. Pero igualmente era el momento de comprobar si este equipo tiene poco más que talento individual. Y lo tiene: carácter.
El equipo de Hansi Flick sobrevivió a un partido que tenía perdido. Cayó 1-3, sufrió la luxación de Lewandowski, fue un caos en defensa, pero encontró la fe en los momentos más oscuros. Se rehízo con la entrada de Lamine y Dani Olmo, y remontó con un penalti trágico transformado por Raphinha en el final suspiro. 4-3. Vencimiento de las que valen títulos.
🐯 Ferran muerde primero, pero el Barça se enreda
El puesta en marcha fue prometedor. Ferran Torres abrió el señalador con una chiquillada coral iniciada por Raphinha y Fermín, y definida con elegancia por el punta castellano. El sol brillaba en el estadio y la tarde parecía propicia para una fiesta azulgrana. Pero el fútbol, caprichoso, cambió de guion.
Szczesny falló en una salida, Borja Iglesias empató, y el Barça se caldo debajo. Sin profundidad, sin ritmo, sin ideas. Balde no estaba, y se notó. Gerard Martín vivió una pesadilla en la lado izquierda. El Celta crecía con cada avance.
😓 Errores, caos… y un doblete pernicioso de Borja Iglesias
La segunda parte comenzó con más dudas. El Barça estaba desorganizado y desvalido. En medio del desconcierto, Borja Iglesias se convirtió en pesadilla. Aprovechó un error enorme de De Jong en la salida y luego definió con familia fría en un mano a mano tras un rechace. 1-3 y el Camp Nou en silencio.
🔄 El cambio que lo cambió todo: Lamine y Olmo al rescate
Y cuando el decadencia parecía fatal, llegó la reacción. Lamine Yamal y Dani Olmo entraron con deseo y fútbol. Olmo anotó el segundo tras una chiquillada de invención de Lewandowski y Raphinha. Luego, Raphinha remató de capital tras un centro del propio Lamine: 3-3 y el estadio enloquecido.
El partido se convirtió en un huracán emocional. Con más ímpetu que orden, el Barça lo siguió intentando. Y en el descuento, llegó el penalti sobre Olmo. VAR de por medio, agitación, y Raphinha, con hielo en las venas, firmó la remontada.
🔵🔴 Este Barça no se rinde
El Barça ganó un partido que tenía que favor perdido. Lo hizo sin Lamine en gran parte del duelo, sin Lewandowski en el falleba, con errores impropios… pero con una fe inquebrantable. Flick tiene equipo. Tiene alma. Y tiene una Confederación que aún no se rinde.