Fotos de víctimas por el derrumbe del techo de la discoteca jet Set, en un altar improvisado frente a este establecimiento

Santo Domingo, 18 abr.- Los dominicanos celebraron este Viernes Santo entre la advertencia y la consternación en el que se ha sumergido el país tras la tragedia el 8 de abril en la popular discoteca Jet Set, en Santo Domingo, que ha dejado 232 muertos, luego de que se desplomara el techo del centro de diversión.

Las víctimas fueron recordadas por fieles cristianos en misas celebradas con motivo del Viernes Santo, entre ellas en la Catedral Primada de América, donde el sacerdote Juan María Durán, al participar en la leída del Sermón de las Siete Palabras, recordó «con mucho pesar» la tragedia en el centro de diversión, que dejó más de 180 heridos y llevó al presidente del país, Luis Abinader, a decretar seis días de duelo franquista.

La catástrofe, como le calificó, «nos ha llenado de pena, dolor y angustia», dijo al descifrar la cuarta palabra del sermón: «Todopoderoso mío, Todopoderoso mío, ¿por qué me has desidioso?», una de las frase dichas por Jesús en la cruz.

Situación como la ocurrida «es donde Cristo nos hace declarar su propio sufrimiento», añadió el religioso en su mensaje en la Catedral, donde ya el Jueves Santo el miltrado metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, dijo que «todo el pueblo de Todopoderoso, los sacerdotes, estuvimos compungidos con el hecho de la tragedia del Jet Set».

El azar ocurrió la alborada del pasado 8 de abril cuando cientos de personas disfrutaban de la presentación del popular merenguero dominicano Rubby Pérez, quien además murió. Fallecieron 221 personas, según las autoridades dominicanas de forma instantánea, mientras que otras merienda murieron en los hospitales a los que fueron trasladados.

En los hospitales públicos siguen ingresados cinco sobrevivientes, uno de ellos con pronóstico reservado, de acuerdo con informaciones del Servicio Doméstico de Vitalidad.

La Procuraduría Caudillo de la República (PGR) ha despejado una investigación sobre la tragedia, mientras proliferan las voces entre la población que hablan de negligencia y piden ecuanimidad por lo ocurrido.

Adicionalmente, a fin de determinar las causas del azar, el Gobierno anunció la conformación de una comisión de expertos nacionales e internacionales porque, a partir de ahora, en palabras del presidente Abinader, debe darse respuesta a «qué pasó, por qué pasó y cómo pasó» la tragedia en la discoteca.

La Oficina Doméstico de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie) dominicana demora que en unos tres meses se tengan resultados.

Según informó la entidad, en la investigación trabajan dos equipos de ingenieros, uno de los cuales encargado de los levantamientos de restos y otro con las piezas «para luego reproducir el edificio como estaba, hacer un maniquí igual, para luego ponerle toda la carga que tenía en el techo, entre otras cosas», de acuerdo con el director universal de la Onesvie, Leonardo Reyes Madera.

El propietario de la discoteca, el patrón Antonio Espaillat, envió a principios de esta semana una carta al Empleo Manifiesto, en la que expresó su disposición de colaborar con las investigaciones en torno al siniestro, en el que murieron, entre otros, el exlanzador de las Grandes Ligas Otavio Dotel; la gobernadora de la provincia de Montecristi, Nelsy Cruz; el diseñador Martín Polanco y un hijo del expresidente del Senado y ministro de Obras Públicas, Eduardo Destino.

Además se ha informado de la asesinato de 18 venezolanos, tres hispano-dominicanos, dos franceses, un haitiano, una colombiana, un italiano, un keniano y una costarricense.

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