
Frenar las construcciones, relleno de humedales y tala de árboles registrada con urbanística. Pese a ser notorio radio protegida vía el Decreto 183-93 es diezmado
Santo Domingo. – La visión adelantada de resguardar y avalar la preservación de un patrimonio natural que protegiera las fuentes de agua de la demarcación, hizo que el muerto presidente Joaquín Balaguer dispusiera la creación del Cinturón Verde de la ciudad de Santo Domingo.
De ahí que estableció a través del Decreto 183-93, esa frontera ecológica con la categoría de radio protegida que sirviera para la defensa los ríos, lagunas, manglares, humedales y bosques que atraviesan el departamento, hoy convertido en lo que es el Gran Santo Domingo.

Entre las áreas que forman parte de ese entorno ecológico incluyó los parques Mirador Sur, principal pulmón de la Caudal y el Ideal, en este municipio, como adicionalmente una amplia franja de los ríos Isabela, Ozama y Haina, donde se conjugan arroyos, cañadas y caños que drenan en torno a esas importantes fuentes de agua.
“La idea era y debe ser el resguardar y proteger los sistemas hídricos que circundan y bordean toda la Caudal, concretamente, y por igual cuidar de los bosques ribereños que cubren los dos márgenes de estos cursos de agua y sus afluentes”, explicó José Manuel Mateo, ex director de áreas protegidas del Profesión de Medio Ámbito y Capital Naturales.
El ambientalista rememora por igual, que esa iniciativa tenía la finalidad de proteger un conjunto el humedales permanentes y estacionarios existentes a lo espacioso y orondo del polígono que se definió como parte del Cinturón Verde, con los que se esperaban, entre otros objetivos alcanzar diversos servicios ambientales.
Beneficios
Entre esas bondades incalculables está el sustentar el ciclo hidrológico y el aprovisionamiento de agua; resumir los mercancía de las inundaciones en zonas pobladas en presencia de la ocurrencia de eventos extremos climáticos proporcionando espacio de humedales como recarga y almacenamiento.
Igual se pensó en regular la temperatura urbana a partir de la cobertura vegetal y bosques ribereños asociados a ese entorno verde, lejos de defender el paisaje y belleza escénica para el turismo al corriente dispensado y en pleno contacto con la naturaleza se disfrutara del mismo.

José Ml. Mateo cuenta que fue así como más delante, a partir de ese Decreto se incluyeron en el cinturón el Parque Franquista Humedales del Ozama y el Mirador del Oeste.
Yerro de vigilancia
Hoy el Cinturón Verde de Santo Domingo es objeto de serias presiones y amenazas, hexaedro el crecimiento urbanístico y búsqueda de oportunidades de negocios de grupos interesados en presencia de la desidia de vigilancia de las autoridades.