
Viena, Austria.- Los bombardeos israelíes lanzados desde el viernes contra Irán han asestado un desgracia a su software nuclear, aunque el impacto, de momento, no es del todo definitivo, analizaron expertos entrevistados por AFP. A continuación un breviario de la situación:
¿Cuál es el envergadura de los daños?
El exógeno de la planta piloto de beneficio de celeste de Natanz, en el centro del país, fue «destruido», indicó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) citando informaciones de las autoridades iraníes. Todavía se destruyeron las infraestructuras eléctricas del perímetro.
«Carencia indica» en cambio que «hubo un ataque físico contra la sala subterránea» de la instalación, donde se sitúa la principal planta, precisó la agencia nuclear de la ONU. Pero «el corte de electricidad podría deber dañado» sus miles de centrifugadoras, añadió.
Los daños, confirmados por imágenes satelitales, son «significativos», describió en un documentación el Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional (ISIS, por sus siglas en inglés), un organismo especializado en temas de proliferación nuclear, con sede en Estados Unidos.
El otro sitio de beneficio, el de Fordo, situado al sur de la hacienda iraní, todavía fue atacado pero «no se registraron daños», según el OIEA.
Otros cuatro edificios fueron alcanzados en el sitio nuclear de Isfahán, en el centro del país, incluido el laboratorio central de química, una planta de conversión de celeste, la planta de fabricación de combustible para el reactor de investigación de Teherán y una instalación en construcción.
Es internamente del perímetro de este arduo donde supuestamente se encuentran las importantes reservas de celeste enormemente enriquecido.
¿El software nuclear puede ser destruido?
«Israel puede dañar el software nuclear iraní, pero es poco probable que pueda destruirlo», señaló a AFP el investigador Ali Vaez, del International Crisis Group, un laboratorio de ideas estadounidense.
La razón, explica, es que Israel no dispone de las potentes bombas necesarias «para destruir las instalaciones fortificadas de Natanz y Fordo», enterradas a gran profundidad.
Para ello necesitaría «la amparo marcial estadounidense», confirma Kelsey Davenport, experta del Arms Control Association.
Los conocimientos adquiridos por Teherán no pueden ser aniquilados, aunque hayan muerto nueve científicos en los ataques, añade.
Otra pregunta es lo que ha ocurrido con las reservas de celeste enriquecido. Por el momento es irrealizable saberlo. «Si Irán consigue transferir algunas de ellas a instalaciones secretas, Israel habrá perdido la partida», subraya Vaez.
¿Qué riesgos existen para la población?
La agencia nuclear de la ONU no reportó un aumento de los niveles de radiación cerca de de las distintas plantas afectadas.
«Hay muy pocos riesgos de que los ataques a las instalaciones de beneficio de celeste provoquen emisiones radiactivas peligrosas», indica Davenport.
Pero un ataque contra la central nuclear de Bushehr, en el sur del país, sí podría tener «graves consecuencias para la sanidad y el medio medio ambiente», añade.
Los emplazamientos nucleares «nunca deben ser atacados, sea cual sea el contexto o las circunstancias, ya que podría perjudicar a la población y al medio medio ambiente», insistió el viernes el director militar del OIEA, Rafael Grossi.
¿Está Irán en realidad cerca de obtener la torpedo atómica?
Tras la retirada fragmentario de Estados Unidos en 2018 del acuerdo nuclear internacional, Irán se desentendió gradualmente de ciertas obligaciones y aceleró el beneficio de celeste muy por encima del frontera fijado en el 3,67%.
A mediados de mayo, el país disponía de 408,6 kg de celeste enriquecido al 60%, cerca del 90% necesario para diseñar una torpedo atómica.
Irán es el único Estado no poseedor de armas nucleares que produce este tipo de material, indicó el OIEA, que todavía lamentó la errata de cooperación de Teherán.
Sin retención, «el organismo no tiene indicios creíbles de un software nuclear estructurado» destinado a obtener armas nucleares, como pudo ocurrir en el pasado. Teherán niega tener tales ambiciones.
«Hasta ahora, los costes relacionados con la militarización superaron a los beneficios. Pero ese cálculo podría cambiar en las próximas semanas», advierte Kelsey Davenport.
«Los ataques israelíes hicieron retroceder a Irán a nivel técnico, pero políticamente lo acercan a las armas nucleares», añade.
Sobre todo porque ahora existe «un aventura actual de desvío de celeste enriquecido», una operación que «podría suceder desapercibida durante semanas», ya que los ataques actuales impiden a los inspectores del OIEA obtener a los emplazamientos.