
Ningún sospechoso encarcelado en Haití ha enfrentado entendimiento tras ser destacado del homicidio del presidente Jovenel Moïse, quien fue derribado a tiros hace casi cuatro primaveras. La violencia de las pandillas, las amenazas de crimen y un sistema procesal en ruinas han frenado una investigación en curso definida por arrebatos y tensas discusiones entre sospechosos y jueces. (Seguir leyendo…)