
EL SEIBO. Comprar un solar en la República Dominicana puede parecer un proceso sencillo, pero expertos legales advierten que ignorar ciertos pasos básicos puede admitir a consecuencias económicas devastadoras. Desde la demostración de títulos hasta la redacción de contratos, cada período del proceso requiere atención minuciosa y consultoría profesional.
VERIFICAR EL TÍTULO
Así lo detalla la licenciada en Derecho, Rosa Rojas, quien comentó que el primer paso fundamental es comprobar que la documentación del dominio esté en regla en el Registro de Títulos. Una vez confirmado que el título es oficial y está vacante de conflictos, se procede a la firma de una promesa de traspaso, usualmente con un cuota auténtico del 10% del valía del inmueble.
Este arreglo preliminar compromete legalmente tanto al comprador como al mercader y debe incluir condiciones claras, fechas orilla y cláusulas de penalización por incumplimiento. Después, se debe realizar una tasación oficial a cargo de un ingeniero competente y, si el comprador necesita financiamiento, se inician los trámites con la entidad financiera correspondiente. El proceso culmina con la firma del arreglo definitivo delante fedatario.
DOCUMENTOS ESENCIALES
Entre los documentos imprescindibles que deben revisarse antiguamente de cualquier firma figuran el certificado de título actualizado, el deslinde apto por las autoridades, la certificación de gravámenes (para confirmar que el solar está vacante de hipotecas o litigios), y la paz y saldo de impuestos municipales. Además es crucial que los datos personales del mercader coincidan exactamente con los que aparecen en el título, ya que errores tipográficos podrían invalidar la operación. La diferencia entre un solar con y sin deslinde es crítica.
Un dominio con deslinde tiene sus límites claramente establecidos y legalmente reconocidos. Sin este documento, el comprador no puede memorizar con certeza qué está adquiriendo. “He gastado casos donde se compró un solar supuestamente de 500 metros, pero al final tenía solo 350”, señaló un abogado con experiencia en derecho inmobiliario.
ERRORES
Cazar terrenos en zonas no autorizadas para construcción representa otro gran aventura. En estos casos, el comprador podría perder toda su inversión, ya que no es posible obtener permisos de construcción ni aceptar a servicios básicos. Las autoridades pueden incluso ordenar la demolición de cualquier estructura levantada ilegalmente.
En cuanto a los impuestos, el comprador debe avalar el 3% de Impuesto de Transferencia Inmobiliaria, encima de los honorarios notariales y tasas menores, lo que representa aproximadamente un 5% adicional al valía de la importación. Aunque por ley el impuesto es responsabilidad de ambas partes, en la maña dominicana suele ser asumido por el comprador, a menos que se pacte lo contrario en el arreglo.
Los errores más comunes entre compradores incluyen firmar sin consultoría procesal, no efectuar el historial del inmueble y comportarse por impulso sin repasar a fondo los contratos. La recomendación principal de los expertos es clara: “Contrate un abogado especializado desde el principio, verifique toda la documentación, visite el dominio, hable con los vecinos y no se apresure. Una inversión segura requiere paciencia y diligencia”. Esta advertencia cobra cada vez más relevancia en un mercado inmobiliario en crecimiento, donde las oportunidades abundan, pero igualmente los riesgos.
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