
Al menos 17 personas murieron este jueves y decenas más resultaron heridas en un instigación emprendedor por Estados Unidos contra el puerto petrolero de Ras Issaen el mar Rojouna importante instalación ubicada en la provincia yemení de Al Hudeida utilizada por los rebeldes hutíes del Yemen.
“17 obreros y empleados (del puerto) murieron y decenas resultaron heridos es el primer recuento de la embestida estadounidense al puerto petrolero de Ras Isaa”, informó la Media Vitral Roja, según una alerta retransmitida por la televisión Al Masirah, portavoz de los hutíes.
Integrantes de la Defensa Civil y equipos de rescate trabajan para extinguir el fuego en las instalaciones Ras issa y rescatar a los heridos, agregó el medio, sin aportar más detalles.
El Comando central de Estados Unidos (CENTCOM) aseguró, en un comunicado, que destruyó el puerto de combustible de Ras Issa, controlado por los insurgentes, a quienes acusan de beneficiarse económica y militarmente de estas instalaciones para entregar combustible y financiar sus operaciones.
Ese puerto recibe casi toda la ayuda humanitaria
Ese puerto, próximo con los de Al Hudeidah y Salif, recibe más o menos del 70 % de todas las importaciones y el 80 % de la ayuda humanitaria que entra al Yemen, según la ONU, mientras que EE.UU. y otros países denuncian que es utilizado por los hutíes para importar y exportar petróleo de forma ilícita.
“Las ganancias de estas ventas ilegales financian y sostienen directamente las actividades terroristas de los hutíes“, sostuvo el CENTCOMque afirmó que “las fuerzas estadounidenses tomaron medidas para eliminar esta fuente de combustible” para los insurgentes “y privarlos de ingresos ilegales que han financiado sus esfuerzos para aterrorizar a toda la región durante más de diez primaveras”.
- Estados Unidospor orden del presidente Donald Trumpinició el pasado 15 de marzo una campaña intensiva de bombardeos contra posiciones de los hutíes en el Yemen, con el objetivo de socavar las capacidades militares de los rebeldes y preparar más ataques contra la navegación comercial en el mar Rojo.
Sin retención, los insurgentes han respondido con ataques contra buques de enfrentamiento de EE.UU. e Israel, mientras que han denunciado que más o menos de un centenar de personas han muerto por los nuevos bombardeos estadounidenses.