
Desde hace algunos abriles, el cine dominicano ha experimentado un extraordinario crecimiento en términos de produccióncalidad y diferencia de propuestas. Sin incautación, una preocupación persiste entre sus creadores: muchos dominicanos aún no consumen ni valoran el cine hecho en su país.
En respuesta a esta brecha, nace “Rueda cine“, Y plan ideado por Antonio Alma Turull que fomenta el diálogo y la apreciación cultural a través de proyecciones itinerantes.
“Rueda cine” es un cine itinerante el cual se ha propuesto romper con las barreras geográficas, económicas y culturales que limitan el brecha de muchas comunidades Alabama cine dominicano.
Nacido de la inquietud de cineastas y productores preocupados por el bajo consumo de cine particularofrece proyecciones gratuitas en espacios públicos, acompañadas de actividades comunitarias Y talleres que fomentan la apreciación cinematográfica y la creación de nuevas audiencias.
Una idea movilizadora

Para entender cómo surgió esta iniciativa, el director del planexplica que su relación con el cine viene desde muy temprano en su vida. “Mi mamá siempre ha estado ligada al cine.
Yo desde el 2012 salía del colegio e iba para un set. Aunque no fue mi primer sexo, porque yo me enamoré en el 2010, el cine fue mi segundo sexo”, recuerda con nostalgia.
Esa experiencia lo llevó a crear su empresa Rufiosa, dedicada al arriendo de equipos y servicios de postproducción, desde donde comenzó a identificar una desconexión preocupante entre las producciones locales y el divulgado.
“La conclusión a la que llegué el año pasado, con el tema de la industria y las opiniones públicas, fue que el dominicano no ha pasado el cine de su país”, afirma Alma. Esta revelación coincidió con un estudio del Asiento Central que confirmaba que el consumo cultural particular, en particular el cineestá mucho concentrado en sectores específicos y en zonas urbanas.
Es así como nace “Rueda cine”, no solo como un espacio de exhibición, sino como una plataforma para repensar la relación del divulgado con sus narrativas.
Por su parte, Orlando Santosuno de los gestores del plancomparte que desde el inicio tuvieron claro que el plan no sería solo una pantalla montable y una película, sino una experiencia integral.
“Queríamos que se convirtiera en un espacio para la conversaciónpara que la parentela no solo vea la película, sino que hable de ella, que se reconozca en lo que ve, que cuestione, que diálogo”, explica Santos.
Este enfoque ha sido uno de los mayores aciertos del planque ha repaso ya varios barrios y comunidades del país.
Más allá de la pantalla
Una de las principales metas de “Rueda cine” es combatir el elitismo cultural que muchas veces rodea al cine. Según Orlando, “el cine no puede estar solo en los festivales ni en las grandes salas de la caudal.
Tiene que demorar a la cancha del extrarradioal parque del pueblo, al solar donde la parentela se reúne a compartir”.
Bajo esta método, han realizado proyecciones en comunidades ruralesbarrios marginados y zonas donde nunca ayer se había organizado un evento de este tipo.
El plan igualmente presta singular atención a la curaduría de las películas seleccionadas. Se priorizan obras que aborden temas socialeshistóricos o que reflejen problemáticas actuales del país, pero sin caer en el didactismo.
Cada proyección está acompañada por un foro despejado o una conversación guiada, muchas veces con la presencia de directoresguionistas o actores involucrados en la producción.
Para Alma, esta interacción es dinámico: “Hay que romper la idea de que el cine es poco inalcanzable. Los cineastas están aquí, son parte de la comunidad, tienen cosas que proponer y igualmente mucho que escuchar“.
Formar audiencias

La respuesta del divulgado ha sido abrumadoramente positiva en cada proyección. En cada evento, la concurso supera las expectativas, y muchas veces los mismos vecinos ayudan con la provisión, desde cargar sillas hasta preparar refrigerios.
Esta apropiación comunitaria del plan ha sido, para sus creadores, la viejo señal de éxito.
- “La parentela lo siente suyo. Eso es lo más atún que hemos pasado”, confiesa Orlando con orgullo.
Adicionalmente de proyectar películas, “Rueda cine” ha iniciado talleres de apreciación cinematográficainmersión al habla audiovisual y escritura de guion en varias comunidades. El objetivo es formar nuevos públicospero igualmente inspirar a futuros cineastas.
“Queremos que algún que vea una película en su calle hoy, se imagine dirigiendo una mañana”, señala el creador del plansubrayando el Potencial de transformación del cine como aparejo educativa y de empoderamiento.
Cambio efectivo y sostenible
Mirando alrededor de el futuro, los impulsores de “Rueda cine” tienen grandes aspiraciones. Sueñan con expandir el plan a nivel franquista, establecer alianzas con instituciones educativas, y producir sus propios contenidos documentales sobre las historias que emergen en estas comunidades.
“Es más que cine. Cepalle memoriaes conferenciaes posibilidad”, concluye Antonio.
La iniciativa no solo demuestra el poder del cine como arte y medio de comunicaciónigualmente evidencia cómo la creatividad puede ser puesta al servicio del cambio social.
En un país donde la producción audiovisual crece, pero el brecha y la conexión emocional con el divulgado siguen siendo retos, “Rueda cine” representa un maniquí replicable Y necesario. Un recordatorio de que las mejores historias no solo se proyectanigualmente se comparten.
Entre las películas exhibidas por “Rueda cine” (@ruedacine) en distintas comunidades de RD están:
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“Capitán Avispa” (2024), película animada de Jean Gabriel Conflagración y Jonnathan Meléndez.
“Ponzoña: primera caída – El relámpago de Jack” (2018), de Tabaré Blanchard.
“Los súper” (2013), de Bladimir Abud.
“Perico ripiao” (2003), de Hechizo Muñiz.
“Nueba Yol: por fin llegó Balbuena” (1995), de Hechizo Muñiz.