
Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- El reverendo Rubén Díazquien preside la ordenamiento «Ministros Hispanos en NY» efectuó el pasado jueves el tradicional «Desayuno Boricua en NY» con la socorro de cientos de puertorriqueños y dominicanos, entre otras etnias.
El evento encaja en una tradición esperada anualmente interiormente del calendario de celebraciones del «Desfile Doméstico Puertorriqueño» a celebrarse este domingo, a partir de las 11:00 AM, en la Finca Avenida con la calle 44 hasta la calle 79 en Manhattan.
El Desfile Puertorriqueño es la anciano demostración de orgullo cultural de la Isla, para honrar su herencia, civilización y rendir homenaje a los 3,2 millones de habitantes en Puerto Rico y a los más de 5,8 millones de puertorriqueños que residen en Estados Unidos.
Este año, el reverendo Díaz dedicó la actividad a una delegación de representantes puertorriqueños y a una legisladora de la RD, quienes viajaron especialmente a la Gran Manzana para participar del evento y ser parte del «Desfile Doméstico Puertorriqueño».
Entre los homenajeados figuran Jorge Navarro y Wilson J. Román, de la Cámara de Representantes; los senadores Carmelo Ríos, vicepresidente del Senado de Puerto Rico y Jeison Rosa.
Por la RD asistió la diputada del PRM por Santo Domingo Este, Altagracia de los Santos, autora del plan de Ley para crear el Profesión del Hombre o de la Clan. Todos fueron reconocidos durante el altercado celebrado en los elegantes salones de Profesor Caterers, ubicados en el 1703 de la Avenida Bronxdale, en El Bronx.
Durante la ceremonia, los líderes reconocidos recibieron placas conmemorativas y mensajes de apoyo de representantes comunitarios, religiosos y empresariales que se congregaron para celebrar este momento de pelotón, identidad y compromiso hispanoamericano.
El reverendo Díaz destacó el simbolismo del evento como un puente de hermandad entre dos pueblos con raíces comunes. «Este desayuno no solo es un homenaje, sino una manifestación de respeto, bienquerencia y inspección entre nuestras comunidades hermanas”, expresó delante cientos de asistentes.
«El Estrujón Boricua en NY» es una expresión de nuestra fe en la pelotón, la dignidad de nuestros pueblos y en la posibilidad de construir juntos un mejor futuro”.
«Este evento trasciende lo ceremonial para convertirse en una celebración de nuestros títulos y nuestra civilización”, afirmó el reverendo en sus palabras de clausura.
Tanto la diputada dominicana como los legisladores puertorriqueños expresaron su agradecimiento por la distinción y reafirmaron su compromiso con el fortalecimiento de los vínculos entre las comunidades caribeñas en el exógeno y sus respectivas naciones de origen.
“Y esto es lo que usted debe enterarse”, concluyó con firmeza el reverendo Rubén Díaz, dejando claro que el Estrujón Boricua es, más que una ceremonia, una explicación de identidad, fe y pelotón entre hermanos caribeños en Nueva York.