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El secretario común de la OTAN, Jens Stoltenberg. Foto externa.
EL NUEVO DIARIO, BRUSELAS. – El secretario común de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió este lunes a Pekín respetar sus compromisos internacionales y hacer «de guisa responsable» en el sistema internacional, durante una reunión aparente con el ministro chino de Exteriores, Wang Yi.
Según indicó la Alianza en un comunicado, Stoltenberg «dio la bienvenida al diálogo cada vez más amplio entre la OTAN y China» y destacó «el potencial para una maduro implicación en desafíos comunes, como el cambio climático».
El político noruego además señaló que la Alianza no ve a China «como un adversario».
De todas formas, planteó «las preocupaciones de la OTAN sobre las políticas coercitivas de China, la expansión del cantera nuclear y la equivocación de transparencia sobre su modernización marcial».
Según la OTAN, el secretario común además animó a China a implicarse «de guisa significativa» en el diálogo, la construcción de la confianza y las medidas de transparencia sobre sus capacidades y doctrina nuclear.
El ex primer ministro noruego subrayó que la «transparencia recíproca» y el diálogo sobre el control de armas «beneficiarían tanto a la OTAN como a China».
Los dos políticos trataron, igualmente, la situación en Afganistán.
El secretario común expresó que los aliados de la OTAN fueron a Afganistán para avalar que el país «no sirviera de nuevo como una plataforma para terroristas» y recordó que ningún ataque terrorista contra Estados aliados se ha organizado desde el país oriental desde 2001.
Stoltenberg puso el acento sobre la «importancia de un enfoque internacional coordinado», además con países de la región, «para que los talibanes rindan cuentas sobre sus compromisos contra el terrorismo y sobre el respeto de los derechos humanos y, no menos, los derechos de las mujeres».
En la última cumbre de líderes de la OTAN, celebrada en junio, los aliados dirigieron su atención a China y en el comunicado final indicaron que veían oportunidades de compromiso con Pekín en temas como el control de armas o el cambio climático, pero advirtieron de que su creciente influencia y políticas internacionales suponen retos para la seguridad de la Alianza que acordaron afrontar juntos.
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