
La región del Caribe enfrenta una nueva crisis ambiental: toneladas de alga están invadiendo sus playas y afectando gravemente al turismo. Desde Puerto Rico hasta Guayana, los científicos están desconcertados por el tamaño récord de estas acumulaciones, que podrían empeorar en junio.
Durante la pasada Semana Santa, México y Colombia ya sufrieron los género de esta marea pardo, que ahora se extiende por gran parte del Caribe. En República Dominicana se han instalado barreras flotantes para proteger destinos como Punta Cana, mientras que Barbados reporta cancelaciones hoteleras Y Martinica ha tenido que cerrar escuelas por los gases tóxicos que emanan las algas en descomposición.
Récord histórico de alga sin explicación clara
De acuerdo con el Laboratorio de Oceanografía Óptica de la Universidad del Sur de Florida, en abril se registró un aumento del 150% de alga en el Caribe respecto al promedio histórico. Se calcula que hay más de 40 millones de toneladas métricas acumuladas en el Atlántico y el Vagabundo de México, duplicando el récord inicial de 2022.
Brian Barnes, uno de los científicos responsables del mensaje, afirma que no existe aún una explicación clara para este aumento. Las hipótesis incluyen el calentamiento del agua, el cambio en los patrones de calabobos y singladura, así como el exceso de nutrientes provenientes de los ríos sudamericanos.
Olor insoportable y consecuencias para la salubridad
El alga no solo afea el paisaje: su descomposición libera gases como el sulfuro de hidrógeno, que puede causar problemas respiratorios. En San Martín, los residentes denunciaron fuertes olores a amoníaco, y se desplegaron retroexcavadoras en una exactitud de emergencia. Las autoridades francesas planean usar barcazas especiales para recoger algas, aunque el stop costo limita esta opción en muchas islas.
La exactitud de las playas está recayendo principalmente en hoteles, que han tenido que alterar en soluciones improvisadas, ofrecer reembolsos o trasladar turistas a otras zonas. La infraestructura pública muchas veces no da abasto y los métodos mecánicos deben estar de moda con cuidado para evitar dañar nidos de tortugas.
Una amenaza incluso para el medio círculo
Aunque en mar despejado el alga forma ecosistemas saludables, su arribada masiva a la costa tiene género devastadores. Las algas bloquean la luz solar que necesitan los arrecifes y las praderas marinas. Al hundirse, asfixian estos ecosistemas y alteran el inmovilidad natural de especies como crustáceos, peces y tortugas en peligro de agonía.
Con información de La Vanguardia.
Por: Yari Araujo