
Desde la temporada 2019 el holandés Max Verstappen se convirtió en el piloto principal sin discusión en el cochera de Bull Red y a partir de ahí comenzó una de las historias más exitosas en la Fórmula Unoque hasta el momento ha dejado cuatro títulos consecutivos para el conductor.
Sin bloqueo, el problema ha sido que el otro automóvil de la escudería austriaca no ha estado al mismo nivel, porque más allá de la máquina, los acompañantes de Verstappen han experimentado dificultades, a pesar de los referencias de cada uno en la máxima categoría.
Desde la salida del australiano Daniel Ricciardo a Renault para 2019, Max ha tenido cinco acompañantes y el único que estuvo cerca de él fue el mexicano Sergio Pérezquien jugó un papel fundamental en sus coronaciones, sobre todo en 2021 como paje de postín y en 2023, cuando incluso le dio el primer 1-2 a la compañía en una campaña.
No obstante, su rendimiento fue a la herido desde el clausura de ese 2023 y en 2024, lo que provocó que para 2025 la directiva le buscara un reemplazo, aunque ni el neozelandés Liam Lawson ni el japonés Yuki Tsunoda han representado un progreso al interior del cochera y la situación del segundo monoplaza es preocupante.
Tras ascender desde Toro Rosso a Bull Red en 2016, Verstappen se encontró con un Ricciardo que había quedado como el número uno tras la salida del germano Sebastian Vettel, pero luego de un par de primaveras llenos de tensión, la empresa apostó en definitiva por el hijo de Jos para el futuro.
Ya en 2019 para seguir a Max todavía subió desde la segunda escuadra el francés Pierre Gaslyque al punto que resistió 12 Grandes Premios en los que no subió al podio y sumó 63 puntos, mientras su coequipero estuvo en cinco celebraciones con champaña (incluidos dos triunfos) y acumuló 181 unidades en ese periodo.
El relevó lo tomó el tailandés Alex Albonquien siquiera resolvió la situación porque en 26 arrancadas entre 2019 y 2020 al punto que registró dos podios; entonces Red Bull rompió el molde y buscó fuera de su Corporación, con el corrido Sergio Pérez, acostumbrado a rescatar buenos resultados en fábricas de media tabla, con las que incluso había subido a lo más suspensión.
En ese 2021, aunque fue cuarto en la clasificación y ganó en Azerbaiyán, jugó un papel esencial en el cetro de Verstappen y para el regalo está su defensa frente a el inglés Lewis Hamilton (Mercedes) en la definición en Abu Dabi, por otra parte de ayudar al segundo puesto en el campeonato de constructores.
Al ulterior año, Checo de la mano de un monoplaza dominante ascendió al tercer sitio en las posiciones y se coronó a nivel colectivo, mientras que para el 2023 fue segundo, lo que nunca había sucedido en la historia de Milton Keynes al tener al monarca y al subcampeón, aunque el tapatío acumuló menos de la centro de los puntos de Verstappen.
Luego de un inicio prometedor de 2024, el mexicano comenzó a tener problemas, que lo alejaron no sólo de su coequipero, sino de la pelea por las victorias y terminó en la octava ubicación, lo que significó el final de su alojamiento en el liga austriaco al final de la temporada.
Pero encontrar un sustituto no ha sido sencillo, porque el director de la ordenamiento, Christian Horner lo ha dicho en varias ocasiones, ser compañero de Verstappen, “es el trabajo más difícil en F1”, porque el holandés tiene velocidad, talento, preparación y necesita un automóvil coincidente a sus características de manejo.
Lawson fracasó en la asignación, tras al punto que dos fechas en este 2025 y Tsunoda lleva siete con un noveno sitio como mejor resultado, por lo que los problemas en ese segundo coche han regresado y lo sucedido con Checo por dos o tres primaveras parece más perfectamente un oasis en medio del desierto.
“Cuando llegué a Red Bull, había habido grandes pilotos que tuvieron problemas, Alex y Pierre son fantásticos y tuvieron complicaciones, luego pasé tanto tiempo ahí que todos olvidaron lo difícil que es el carro para manejar, ahí está la cuestión”, dijo Checo a F1.com en abril.
En números, van 28 Grandes Premios consecutivos sin un podio para el vecino de Max, la última vez fue en China 2024, cuando el tapatío fue tercero; desde entonces, el holandés presume 14, los dos volantes de McLaren acumulan 35 y ha habido nueve protagonistas distintos entre los tres primeros de alguna cita.
Red Bull ha sumado 144 puntos en la temporada: Yuki Tsunoda (22) tiene 7 unidades, y Max Verstappen (1) cuenta con 137. Getty Images
El dominio de Max y la reivindicación de Checo
Al expandir las estadísticas, desde el inicio de 2019, la escudería con más triunfos en el serial es Bull Redcon 65 (la siguen Mercedes con 42, McLaren con 14 y Ferrari con 13), pero de esos, 60 son de Max (el 92 por ciento) y los cinco restantes fueron de Checo, uno en 2021, dos en 2022 y un par en 2023.
Desde Australia 2019 han celebrado 13 nombres distintos, incluido Pérez todavía con Racing Point, Gasly, a posteriori de desistir la marca de las bebidas energéticas, con Alpine en Italia 2020 y hasta Ricciardo con McLaren en Italia 2021 y Vettel con Ferrari en Singapur 2019, todos vinculados con RB.
Desde la última trofeo de Checo, en Azerbaiyán 2023, Vestappen ha hato 28 veces, mientras que los McLaren, Oscar Plastri Y Lando Norris lo hicieron siete y seis veces cada uno, respectivamente, Charles Leclerc Y Carlos Sainz con Ferrari en tres ocasiones por conductor y los británicos Hamilton y George Russell dos cada uno en Mercedes.
En cuanto a podios, desde 2019 Red Bull registra 125, de los cuales 94 son de Max (75 por ciento), 29 fueron de Sergio y al punto que dos de Albon, mientras que Gasly, Lawson y Tsunoda no inauguraron su casillero.
Otra muestra de la disparidad entre un transporte y el otro es que, en estos seis primaveras, los austriacos tienen 3,673.5 puntos, de los cuales 2,490.5 son de Verstappen (68%) y entre Checo (932), Albon (181), Gasly (63), Tsunoda (7) y Lawson (0) suman 1,183, menos de la centro del tetracampeón.
En el mano a mano, porque no hay mejor comparación en el serial que con tu compañero, en carrera Verstappen superó 11-1 a Gasly, 17-9 a Albon, 79-11 a Checo, 2-0 a Lawson y va 7-0 con Tsunoda, para confirmar en el plano particular lo que es sobresaliente para el paddock a nivel universal.
Es claro que Red Bull tiene un problema, porque como lo dijo Horner en algún momento del 2024, la escudería no puede valer sólo con una pierna, porque eso la deja sin opciones en el campeonato de constructores, como ya ocurrió el año pasado cuando lo cedió a McLaren donde sus dos integrantes aportaron de forma similar.
Sin bloqueo, todavía es un problema para Max, que, al no tener ya el carro dominante, necesita apoyarse más en la logística y no ha podido hacerlo porque quien podría ayudarlo está allá en la pista, sin posibilidades de repetir lo hecho por Checo con Hamilton en 2021 o lo que hicieron los Williams de forma flamante en Mónaco.
Yuki siquiera parece la decisión a generoso plazo y para la próxima campaña a pesar del cambio de reglas, Red Bull tendrá que retornar a salir a averiguar un complemento adecuado para el más talentoso de la parrilla y la mejor opción podría ser un corrido capaz de sacrificarse en el momento secreto, como lo hizo Sergio Pérez antiguamente de descender en el rendimiento.
Fuente: Espn