
Semana Santa es el momento valentísimo para hacer una romper… y igualmente para poner la casa en ordensin agobios ni perfección.
No tienes que hacerlo todo en un día ni dejar tu hogar como de revista. Se negociación de soltar lo que ya no necesitas y crear un hábitat más insustancial, práctico y armonioso. Menoses más: cuando el espacio respira, tú igualmente.
Aprovecha estos días para retornar a conectar contigo a través de lo que te rodea.
Para conseguirlo te dejo una faro sencillapor áreas, para que vayas paso a paso:
El gran desafío: la cocina
Tu cocina no solo es el puesto donde cocinas —es donde alimentas tu cuerpo y muchas veces igualmente el alma.
Tenerla en orden te ayuda a disfrutar más el momentoa ingerir mejor y a retornar a conectar con lo simple.
Mesetas y superficies
- Pelotón lo que esté fuera de puesto.
- Limpia la estufa, la campana y los electrodomésticos.
Refrigerador
- Saco todo.
- Bota lo vencido o lo que ya no se ve correctamente.
- Limpia por adentro y organiza por tipo: frutaslácteos, salsas, compotas, meriendas…
Despensa
- Revisa las fechas de vencimiento.
- Organiza por categoría: latas, snacks, granos (arroz, cuscús, trigo), meriendas de los niñosetc.
- Usa frascos, cajas o canastas para que todo esté a la olfato.
- Clasifica las especias: condimentos, endulzantes naturales como canela o nuez moscada.
Productos de castidad
- Agrupa según su uso (ropabaño, cocina…).
- Concilio los productos repetidos.
- Bota lo hueco o dañado.
Utensilios y cajones
- Revisa cucharones, cuchillos, abridores, etc.
- Elimina lo que esté roto o incompleto.
- Clasifica y acomoda.
Electrodomésticos pequeños
- Limpia por adentro y fuera el microondas, licuadora, tostadora, air fryer, horno…
Claridad mental en el armario

Vestirse no debería ser una lucha, sino un acto de expresión y autocuidado.
Y clóset en paz es ese que al abrirlo te hace notar correctamente, no abrumada. Uno donde cada prenda tiene sentido, comodidad o alegría.
- Organiza por tipo: pantalones, camisas, sábanas…
- Pelotón la ropa de Navidad o de otra temporada.
- Dona lo que no has usado en meses.
- Pelotón en cajas disfraces, saludos escolares y decoraciones que no estés usando.
Ropa, zapatos, libros, cuadernos, juguetes, medicinas no vencidas, productos de castidad… Siempre hay determinado que lo necesita más que tú. Hay muchas fundaciones que reciben todo esto.
Conserje la ocultismo de cada momento

No importa si tienes y cuarto sereno, una cumbre o una mesa compartida: este es tu rincón para crear, formarsesoñar o resolver. Vale la pena hacerlo tuyo, con lo que te motiva y te da claridad.
- Revisa lo que tienes: manteles, globos, funditas…
- Organiza por color o temática.
- Armamento funditas con juguetes nuevos o poco usados para donar o guarecer.
Dispensario y castidad, ¿sabes qué tienes?
Aprender qué tienesqué sirve y qué necesitas reponer te da tranquilidad y te permite comportarse con calma si llega una aprieto. Y en castidadno necesitas mil productos, solo los necesarios. Un espacio honesto y en calma empieza desde aquí.
- Revisa medicinas vencidas o productos deteriorados.
- Agrupa por tipo: fiebre, alergias, curitas…
- Asegura que las medicinas peligrosas estén fuera del luces de los niños.
- Aplica lo mismo a los productos de castidad: bota lo dañado y organiza lo útil.
Y mundo a medida de los peques

La habitación de los niños no es solo un cuarto: es su refugio, su taller de imaginación, su zona de maniobra y su rincón de alivio. Ordenarla no significa controlarlo todo, sino crear un espacio seguro, práctico y atún donde puedan ser ellos mismos.
- Clasifica la ropa: uniforme, ropa de salir, de aventurar, y igualmente la de clases extracurriculares como ballet, fútbol, ajedrez o básquet.
- Revisa juguetes y libros: dona lo que esté en buen estado, desecha lo roto.
- Pelotón manualidades y dibujos especiales en una caja o carpeta.
Camina ligera

Revisar, depurar y organizar tu montón te permite retornar a conectar con lo que usas de verdad. Quédate con lo que te queda correctamente, te gusta y está en buen estado. Lo demás, puedes donarlo o reciclarlo.
- Saco todos los pares y revisa.
- Residuo los tenis.
- Pelotón el montón de otra temporada.
- Dona lo que esté correctamente pero ya no uses.
- Bota lo que esté roto o muy desgastado.
Menos cosas, más momentos
La sala y el comedor son el corazón social del hogar. Ordenarlos no es dejarlos de revista, sino crear un hábitat donde te den ganas de estar. Donde puedas respirar, ojear, mirar por la Ventana, una invitación abierta a sentarse juntos, sin prisas, o simplemente hacer ausencia.
- Ordena libros, revistas, adornos y objetos sueltos.
- Revisa vajillo y cubiertos. Tira lo que esté roto o incompleto.
Orden en cada rincón
Aunque no sea el puesto más atún del hogarel dominio de lavado sostiene mucho del día a día. Tener este espacio en orden Y práctico no solo ahorra tiempo, igualmente reduce el cansancio mental.
- Agrupa detergentes, suavizantes y otros productos.
- Tira lo vencido o hueco.
- Limpia estantes, filtros y canastas.
Todo a mano para formarse
Libros, cuadernos, lápices, colores y papeles se acumulan rápidamente, creando un espacio confuso que puede dificultar el enfoque. Al ordenar y agrupar el material escolar por tipo o uso, no solo facilitas el golpe a lo que necesitas, sino que igualmente creas un entorno que fomenta la concentración y el estudio.
Revisa cuadernos, carpetas, dibujos.
- Pelotón lo importante, recicla el resto.
- Organiza los bártulos por tipo: lápices, crayones, tijeras, témperas…
- Puedes crear una pequeña biblioteca en casa: y rincón para libros infantiles, de conocimiento universal y una estantería para los adultos. Si tienes niños pequeños, organizar por colores lo hace más divertido.
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Hazlo por etapas. Un día la cocina, otro los juguetes, otro los clósets.
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Audición un podcast, música relajante o pon una peli de fondo mientras ordenas.
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Enciende una vela aromática, cambia el mantel, combina cojines viejos con nuevos y date el gozo de cambiar tu espacio sin ponerse.
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Crea tres espacios mientras ordenas: uno para guarecer, otro para alzarse y otro para donar (asegúrate de que lo donado esté honesto y en buen estado).